Ben Harper: dibujando la línea de la vida

Ben Harper se ha convertido en uno de los cantautores más respetados dentro de la escena musical norteamericana. Si ya contaba con el respeto del público y de la crítica para mediados de los 90, cuando editó el ambicioso doble compacto, Both sides of the gun (2006), volvió a atraer la atención sobre su indudable talento compositivo. Es por ello que, cuando edita su más reciente producción, Lifeline (2007), junto a los Innocent Criminals, uno no puede evitar sino escucharlo con la esperanza de que éste también sea un gran disco.

Lifeline fue compuesto durante las pruebas de sonido antes de las presentaciones de la gira de su penúltimo disco, y se grabó en tan sólo una semana en un estudio en París. Quizá este hecho haya afectado negativamente al sonido de algunas canciones, ya que contienen arreglos demasiado sobrios, terminando por quedar un tanto insulsas. Asimismo, el álbum se grabó en directo, lo que sin duda le confiere una atmósfera bastante auténtica y retro. Allí precisamente es donde Harper suele poner el acento a sus creaciones: cuando uno lo escucha es inevitable compararlo con figuras como Bill Withers u otros cantantes pop de los 60, debido a ese sonido tan particular en que suele trabajar y que abarca desde el soul, el blues y el rock & roll.

El disco comienza con la combativa Fight outta you, luego la movida In the colors (cuyo video les posteo abajo), la sentida Fool for a lonesome train, la romántica Needed you tonight, la inspiradora Having wings, la festiva Say you will, la melancólica Younger than today, la bailable Put it on me y el reflexivo blues de Heart of matters.

El cierre del disco merece un capítulo aparte porque sencillamente recompensa haberlo escuchado hasta el final. Este par de canciones son las que terminan haciendo este disco un tremendo disco. Paris sunrise es un tema instrumental, donde Harper toca una slide guitar con sentimiento, logrando obtener diferentes y hermosos matices, tal y como si nos estuviera mostrando con su guitarra cómo sería una amanecer en París. Seguidamente vuelve a escucharse la voz de Harper en Lifeline, una canción con una hermosa letra y unas delicadas melodías que terminan de darle esa magia propia de las obras de arte sonoras. No exagero, sólo estoy expresando, con la limitación propia que tiene la palabra escrita, esta experiencia a la que ahora les invito a aproximarse.


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