Las estrellas


Parecía que esa noche las estrellas trataban de decirme algo. Era como si, desde arriba y con su lejana luz, estuviesen expresándonos su consentimiento. Lo digo por el brillo mágico que despedían esa noche de abril. Esa noche en la que paseábamos agarrados de la manos y caminando lentamente como para que no se nos escaparan muy rápido las horas. Queríamos vivir al máximo esos momentos que al final terminaron siendo sólo uno. Uno muy bueno, por cierto, pero que pudo ser mejor. La nostalgia, como ahora, suele hacernos jugadas crueles. Porque cuando uno trata de añadirle nitidez a los recuerdos, lamentablemente los resultados suelen ser un tanto devastadores. Como ahora. Este ahora que maldigo. Reconozco que suele ser inútil pensar en cómo hubiesen sido las cosas si uno hubiese actuado de otra manera. Pero si uno resulta haber sido un completo inútil ante esas situaciones pasadas, entonces no creo que sea muy “inteligente” el hecho de no recordarlas, de no admitirlas. No pienso caer en detalles. El registro del presente es implacable: ya no estoy con ella. Por eso es que lo que quiero transmitirles es que, si alguna vez no saben qué hacer cuando tienen al lado a la persona que más quieren, no busquen a Dios ni recuerden el consejo que les haya dado alguien. Sólo hace falta ver hacia arriba y confiar en las estrellas que, seguramente, les estarán enviando un mensaje. Un mensaje que, no es explícito, pero se entiende. Un mensaje que no se debe subestimar, a menos que luego quieras ratificar con tus recuerdos que, inequívocamente, fuiste un perfecto pendejo.

Comentarios

Mario dijo…
Coño Victor, right on the spot, where it hurts, como es usual.
Toto dijo…
arrechisimo el final. La foto insuperable.
y lo peor del caso es que... una crema de estrellas parece cubrirlo todo

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