Kanye West: cuando la voz personal distorsiona a la voz artística


I. Cuando la polémica ensombrece al talento

Resulta difícil separar la faceta personal de la profesional en los artistas de estos tiempos. En una sociedad gobernada por un excesivo culto a la celebridad, alimentado por la sobre-exposición de la vida privada de famosos mediante programas de reality TV y páginas en Twitter, en las que las mismas celebridades ofrecen acceso a su intimidad, es realmente complicado diferenciar entre lo que cierto artista hace y sobre lo que cierto artista es.

Sin embargo, dicha tarea se hace aun más difícil cuando esa línea es traspasada intencionalmente por el artista en cuestión. Y cuando se trata de uno con un ego tan desproporcionado como el de Kanye West, también se convierte en todo un reto tratar de escribir sobre su música sin tocar, aunque sea un poco, su avasallante personalidad.

Mi intención con este post es escribir sobre My twisted dark beautiful fantasy (2010), la más reciente producción de Kanye West. Las expectativas que generaron su lanzamiento fueron directamente fomentadas por una serie de sucesos en la vida de Kanye (faceta personal) que quizá dieron más que hablar que el actual contenido musical del disco (faceta profesional):

Su infame interrupción en el discurso de agradecimiento de Taylor Swift en los VMA's del 2009; las reiteradas disculpas que luego le ofrecería a ella; la revelación del ex-presidente George W. Bush de que Kanye West le llamara racista por su tardía -o casi nula- respuesta ante la tragedia de Katrina fuera "uno de los momentos más bajos de su presidencia"; y la reciente controversia ocasionada por una entrevista que le hiciera Matt Lauer, corresponsal del Today Show, fueron todos eventos que lograron generar una anticipación ciertamente inédita para el nuevo disco de un artista pop.

Por otro lado, el talento de West también daba muestras de que lo que estaba a punto de editar sería de una altísima calidad. Durante el último par de meses, Kanye se dio a la tarea de postear semanalmente un tema nuevo en su blog. Asimismo ofreció sorpresivas visitas a las oficinas de los portales Google y Facebook, y la revista RollingStone para cantar temas a cappella -todas documentadas en video. Esto permitió que tanto seguidores, como críticos y blogueros, pudieran tener un adelanto de su producción. Los tweets que aparecieron en su recién abierta página en Twitter también contribuyeron a alimentar la creciente expectativa.

II. De productor a una de las más célebres estrellas pop del momento

Kanye West comienza a ganar notoriedad en la escena del rap norteamericano gracias a su destacado trabajo como productor. Sus beats (pistas) consistían de samples (muestras) de temas soul de los 60 y 70, cuyas voces eran moduladas de manera más aguda, y cuya base rítmica era confeccionada en una MPC -la máquina de ritmos emblemática del hip-hop. Otra de las marcas del "sonido Kanye" es la inclusión de arreglos de cuerdas en sus beats -hecho que lo motivó a incluir a un trío de músicos sinfónicos para sus presentaciones en vivo.

(Si quieren tener una idea del extraordinario talento de West como productor, los invito a que escuchen el disco Be (2006) de Common, considerado por raperos y productores como una obra maestra del sampling.)

En la segunda mitad de los 90, Kanye comienza a obtener cierto reconocimiento gracias a su trabajo como productor de artistas underground de Chicago. Su trabajo con raperos mainstream vería su consolidación en la producción de temas para los discos The dinasty roc: La familia (2000) y The Blueprint (2001) de Jay-Z. De allí en adelante se convertiría en uno de los productores más solicitados del hip-hop y R&B norteamericanos. Su nombre aparece en los créditos de temas producidos para artistas como T.I, Alicia Keys, Janet Jackson, Mos Def, Diddy, The Game y Nas.

Kanye West también ha fungido como protagonista en el lanzamiento, consolidación y resurrección de la carrera de los más importantes artistas de la música negra norteamericana. Su rol como productor en los álbumes Be y Finding forever le brinda un segundo aire a la estancada carrera de Common. Asimismo fue pilar fundamental en el desarrollo de la carrera como solista de Talib Kweli. (Get by, es uno de mis beats favoritos de Kanye.) Su participación en la producción de varios temas de The Carter III, de Lil Wayne, ayuda a convertirlo en el disco hip-hop más vendido del 2009. De igual manera, West juega un papel determinante en el debut de su asiduo colaborador y promesa del neo-soul John Legend -su ópera prima, Get lifted, fue el primer disco editado por G.O.O.D., la disquera que Kanye fundó.

Cuando West decide tomar el micrófono y rapear, muchos no tardarían en expresar sus dudas respecto a su nueva empresa. Ninguna disquera quería firmarlo como artista; ni siquiera Roc-A-Fella, que ya lo tenía contratado como productor y que fue fundada y presidida por su amigo Jay-Z. Hasta sus más cercanos colegas y amigos: John Legend, Diddy y Common subestimaron su talento como incipiente rapero.

Luego de sufrir un grave accidente automovilístico en el casi pierde la vida, Kanye West finalmente decide lanzarse como solista sorprendiendo a la crítica y al público. Kanye editaría el trío de las producciones más exitosas del rap a comienzos del nuevo siglo: The college dropout (2004), Late registration (2005) y Graduation (2007). La consistente línea trazada por esta tripleta de álbumes se vería interrumpida por la edición de 808's and heartbreak (2008), un disco experimental saturado de Auto-tune melancólico, en el que Kanye se desahogó tanto de la muerte de su madre como del final de una larga relación sentimental. El disco desconcertó a la crítica y enfureció a muchos de sus acérrimos seguidores. No obstante el disco, como los tres anteriores, logró conseguir el primer lugar de la cartelera Billboard.

III. La bella, oscura y retorcida fantasía de Kanye

El incidente con Taylor Swift obligaría a Kanye a bajar su perfil y silenciar su verborrea ególatra, ocasionando la cancelación de una gira con Lady Gaga como telonera y el lanzamiento de una línea de ropa. West parte entonces a Japón y luego a Italia, donde hace una pasantía para Fendi.

A comienzos de Mayo comienzan a esparcirse rumores en Internet de que West había comenzado a trabajar en su nuevo disco en las ciudades de Hawaii, Londres y Nueva York. Los nombres de los productores RZA, Q-Tip, No I.D. y Pete Rock empiezan a sonar entre la larga lista de colaboraciones presentes en el álbum.

POWER, el primer tema que Kanye postea en su blog, sorprende a fanáticos y a blogueros, quienes pronosticaron al unísono que si el resto del disco era tan bueno como este sencillo, pues estaría destinado a convertirse en uno de los mejores discos de hip-hop editados a comienzos de este milenio.

Al escuchar el disco, dicha aseveración no resulta para nada exagerada: My twisted dark beautiful fantasy impacta desde el principio. Dark fantasy inicia con un soberbio acorde de piano, unos cellos y un épico coro de voces. El tema sirve como un excelente preludio para el resto del material en el disco.

Gorgeous sorprende por una hipnótica línea de guitarra muy cercana al sonido de la legendaria banda de funk-rock Funkadelic. Asimismo, la voz de Kid Cudi en el coro le añade un irresistible aura de introspección al tema.

POWER es un tema muy "Kanye", muy similar a su primer éxito, Jesus walks, en el que el ritmo sirve como la herramienta más poderosa y atractiva del tema. La participación del cantante Dwele al final del tema es sencillamente excepcional.

All of the lights es en mi opinión el mejor tema del disco. Esta pieza es sencillamente un triunfo del enorme talento de Kanye como compositor, arreglista y productor. Cada uno de los invitados ofrece una estupenda participación. (Hasta Elton John ofrece su talento en el piano en una parte de la canción.) El clímax de la pieza está representado por un coro que reúne a las mejores voces del pop norteamericano del momento: Alicia Keys, Beyoncé, John Legend y Fergie. La manera en la que Kanye administró cada una de estas voces, en términos de mezcla y de producción, es digna de admiración. All of the lights es una de las mejores canciones que haya escuchado en mucho tiempo y es uno de los estandartes definitivos de la producción.

Monster es otro de los hitos del disco. Este tema es el que quizá responda más a una sonoridad hip-hop tradicional. Las participaciones de Rick Ross, Nicki Minaj y Jay-Z le añaden ese perfil urbano, peligroso y emblemático del rap. Monster suena a calle.

So appalled y Hell of a life son los temas prescindibles del disco, los culpables de que el disco no sea perfecto.

Devil in a new dress es otra canción con un soberbio beat. La imponente participación de Rick Ross confirma el gran momento del rapero en la escena del hip-hop norteamericano. El solo de guitarra que suena a la mitad de la canción no sólo es excepcional (¿cuál otro rapero ha incluido un solo de guitarra en uno de sus beats?), sino que también suena excelso.

Runaway es otra de las obras maestras del disco. El beat consiste de un conjunto de notas negras, tocadas repetidamente casi de manera minimalista, y que en vez de hacerlo predecible lo que hace es mantener tu atención hasta el final del tema. En él, la voz de Kanye se hace incomprensible gracias a un efecto que distorsiona su voz. Aunque abstracto, el mensaje se entiende: otra indiscutible muestra de genialidad.

Blame game cuenta con la exquisita colaboración del cantante John Legend. Esta canción es una de mis favoritas del disco. Al final Kanye se atreve a cantar desafinadamente pero de manera muy conmovedora. El broche de oro es una hilarante participación del comediante Chris Rock.

Lost in the world cierra de manera magistral este extraordinario álbum. El tema, basado en uno de la banda indie Bon Iver, es triunfalista y cierra de manera perfecta uno de los mejores discos del 2010.

Kanye no sólo cuenta con un extraordinario talento sino que también ha demostrado una genial audacia al romper algunos paradigmas del pop: Los beats son sofisticados (los samples han sido astutamente manipulados, los arreglos de cuerdas exudan sobriedad), las canciones son inusualmente largas (la mayoría de los temas sobrepasan los cinco minutos de duración), la estructura de los temas escapa al esquema tradicional de los temas pop (hay intros, outros, melodías que bien pudieran ser coros pero que están puestos al final de la canción) y la selección de los artistas invitados no sólo ha sido magistral, sino que su participación ha sido eficazmente administrada.

El peor enemigo del talento de Kanye es precisamente su ego. Conozco mucha gente que se rehúsa a escuchar su música simplemente porque les cae mal el tipo. Como dije al principio de este post: resulta particularmente difícil en estos tiempos separar al artista de la persona. Yo también encuentro particularmente desagradable su egolatría, pero es uno de los músicos de la actualidad que más respeto.

En un concierto que dio en estos días en Nueva York, Kanye se dio a la tarea de dar un discurso en el que nuevamente arremetió contra Bush, sus críticos y Taylor Swift. En medio de su insoportable verborrea, un fanático habló por muchos de los que sólo queremos escuchar su música: "Shut up, Kanye! Who cares?" Al disfrutar de la extraordinaria voz artística de Kanye West en un disco tan bueno como este, lo que uno menos quiere escuchar es la intolerable prepotencia de su voz personal.

Este es el video/cortometraje del tema Runaway

Comentarios

Anónimo dijo…
Yo tengo la costumbre de separar al "personaje público" de la persona.

Me pasa con políticos, con artistas, con deportistas...

Si alguien me pregunta por Silvio Rodríguez, mi respuesta siempre es la misma: "Como persona me desagrada, pero como artista lo respeto mucho". Lo mismo digo de Sean Penn, lo mismo digo de Eminem...

Ése es el mismo caso de Kanye, es un artista dotado de un talento muy especial, pero como persona deja mucho que desear.

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