Presente: un sentimiento que cobra vida en un espacio único


En Presente, una mujer describe la experiencia de traer un hijo al mundo. La esencia de la obra es, por tanto, visceral: cuenta un mensaje que viene de adentro, que se expresa a través de un cuerpo, de notas, de gestos.

Confieso que al leer la sinopsis sentí cierta aprehensión, motivada por la posibilidad de que me fuese difícil conectar con un tema alejado a mi naturaleza por razones obvias. Sin embargo, las reservas que tenía se esfumaron en lo que comenzó el unipersonal. Laura Paredes logra encarnar una mujer que a ratos es vulnerable, en otros fuerte; a ratos trágica, en otros graciosa; pero cuyo talento le permite oscilar de un estado a otro trazando el arco narrativo de la obra y por ende reteniendo el interés de la audiencia.

El texto no sólo viene de la poesía (ya que está basado en el libro de poemas Madre Soltera de Marina Yuszczuk), sino que también funciona de manera poética sobre las tablas: precisa, intensa, austera. Incluso cuando la mayoría de las líneas ostentan cierta sencillez, su impacto es hasta cierto punto irresistible, pues logran quedarse y retumbar en tu cabeza: “Un error es un deseo que se adelanta.” “¿Por qué la fantasía duele tanto?” “La vejez es una hermosa promesa”.

Ahora bien, en mi opinión el tributo más singular de Presente es su manejo del espacio escénico, ya que la dirección puso en práctica una notable economía del lugar: se hizo mucho con lo poco que tenían. Creo que ya lo he comentado con anterioridad, pero lo que encuentro más encantador del teatro independiente de Buenos Aires son esas diminutas salas donde reside.

En el caso del Espacio Polonia, el espacio funge como un hábitat natural (cálido, íntimo, acogedor) para el discurso que allí cobra vida. Desde un ingenioso uso de la luz, que “entra” por dos ventanas de una pared, pasando por el recorrido que hace Laura en su monólogo, hasta la astuta elección del único elemento escenográfíco: una diminuta silla de mimbre que durante la mayoría de la obra permanece colgada de una pared, y que en un momento crucial Laura descuelga para sentarse, logrando que nuestra atención, lejos de minimizarse por las dimensiones del artefacto, aumente sobre lo que Laura está por decir.   

Presente es un trabajo que maravilla, entretiene y conmueve: todo al mismo tiempo; y que representa otro ejemplo de ese fenómeno que sólo he podido admirar en las salas de teatro independiente de Buenos Aires: dramas intimistas que parecieran haber sido concebidos y escenificados sólo para ti.



Puedes ver Presente en Espacio Polonia (Fitz Roy 1477) los lunes a las 20:30hs. Para reservar por Alternativa Teatral haz click acá.

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