Desorden Público: ¡Las Estrellas del Caos te ponen a gozar!
Casi 7 años teníamos sin escuchar material original de la banda caraqueña que enseñó a los venezolanos a bailar ese ritmo tan sabroso del ska. Lo bueno, sin duda, se hace esperar. Estrellas del caos es un álbum mayúsculo, de ésos que sólo nos puede brindar una banda con más 21 años de trayectoria en la escena local.
Este disco no pudo comenzar de mejor forma: una presentación antológica a cargo del maestro Jacques Braunstein, quien desde el comienzo nos anuncia que lo que pronto escucharemos será toda una experiencia de “heavy heavy sabor latino”. Y es allí donde Desorden pondrá el acento en su última producción: en lo latino. No en vano, los desordenados se han especializado, a lo largo de todos estos años, en esto de fusionar, con éxito, ritmos latinos con ska.
Este disco no pudo comenzar de mejor forma: una presentación antológica a cargo del maestro Jacques Braunstein, quien desde el comienzo nos anuncia que lo que pronto escucharemos será toda una experiencia de “heavy heavy sabor latino”. Y es allí donde Desorden pondrá el acento en su última producción: en lo latino. No en vano, los desordenados se han especializado, a lo largo de todos estos años, en esto de fusionar, con éxito, ritmos latinos con ska.
Digna muestra de ello es el primer tema como tal: Hardcore mambo, donde los metales destilan mambo puro, se mezclan con guitarras punk y terminan con un coro inspirado en la Fania: “¡Las estrellas del caos te ponen a gozar!”. Le sigue Hipnosis, un tema que exuda el ska más clásico con los versos a los que Horacio Blanco ya nos tiene acostumbrados.
Luego viene No vale la pena, un ska bastante pegajoso. Antarjami es un interludio que nos prepara para Espiritual, un reggae muy bien hecho con excelentes arreglos de metales y con un coro que nos invita a brincar “por un mundo mejor”. Después viene lo que, en mi opinión, es la mejor canción de todo el disco: El tren de la vida. Es el mejor porque desde su épico intro, uno presiente que está por escuchar una de las mejores canciones que Desorden nos ha ofrecido en mucho tiempo. Es un ska-cumbia muy sabroso, muy bailable, mientras la letra celebra la maravilla de la vida, acompañado de un soberbio acordeón tocado por Campa, de la banda mexicana El Gran Silencio.
Lamentablemente luego de este temazo viene otro que, en mi opinión, queda muy débil después de este. Me refiero a Pegajoso. Luego de este bajón viene Crack, otro ska con buenos acompañamientos vocales que cantan sobre esta locura de guerras: “el mundo está echando pa’ atrás”. A continuación viene otro de los mejores temas del disco: San Antonio, un clásico ska en el que un punteo de guitarra sustituye a los metales para darle cierto aire de surf-rock. Cabe destacar el interesante arreglo de teclados a cargo de Francisco Díaz, quien también funge como productor del disco.
El track número 11 es el bailable Baila mi cha, cha, ska, le sigue el reggae Uma vacina, donde Horacio canta en portugués, acompañado de Paparazzi (Papashanty Saundsystem), quien entona sus características melodías de reflexión y esperanza. Después viene el excelente ska-punk de Sepulturero, un tema que nos hace recordar al Desorden de Plomo Revienta (1997). Le sigue el guaguancó de Política criminal.
Finalizando el disco, Desorden se hace acompañar de un par de Slackers: Vic Ruggiero (voz y órgano) y David Hillyard (saxo) para la versión libre pero sabrosa del clásico del ska jamaiquino Monkey Ska, tema que es reinterpretado seguidamente en La Mona Cumbita. Ella me espera es el encargado de cerrar el disco, con un intro de tambores que anteceden al reggae y al ska, donde vuelve a destacar el versátil teclado de Francisco Díaz.
De esta manera termina Estrellas del caos, una producción redonda que desde ya debe considerarse como una de las mejores grabaciones hechas en nuestro país, con impecables arreglos en los metales y con una esencia latina muy bien lograda. Mención especial para el vistoso arte del disco, muy detallado y muy bien hecho. Desorden Público logra producir así un álbum que confirma sólidamente su madurez con una calidad que, por dos décadas, la ha hecho ser toda una referencia del latin ska más allá de nuestras fronteras.
Luego viene No vale la pena, un ska bastante pegajoso. Antarjami es un interludio que nos prepara para Espiritual, un reggae muy bien hecho con excelentes arreglos de metales y con un coro que nos invita a brincar “por un mundo mejor”. Después viene lo que, en mi opinión, es la mejor canción de todo el disco: El tren de la vida. Es el mejor porque desde su épico intro, uno presiente que está por escuchar una de las mejores canciones que Desorden nos ha ofrecido en mucho tiempo. Es un ska-cumbia muy sabroso, muy bailable, mientras la letra celebra la maravilla de la vida, acompañado de un soberbio acordeón tocado por Campa, de la banda mexicana El Gran Silencio.
Lamentablemente luego de este temazo viene otro que, en mi opinión, queda muy débil después de este. Me refiero a Pegajoso. Luego de este bajón viene Crack, otro ska con buenos acompañamientos vocales que cantan sobre esta locura de guerras: “el mundo está echando pa’ atrás”. A continuación viene otro de los mejores temas del disco: San Antonio, un clásico ska en el que un punteo de guitarra sustituye a los metales para darle cierto aire de surf-rock. Cabe destacar el interesante arreglo de teclados a cargo de Francisco Díaz, quien también funge como productor del disco.
El track número 11 es el bailable Baila mi cha, cha, ska, le sigue el reggae Uma vacina, donde Horacio canta en portugués, acompañado de Paparazzi (Papashanty Saundsystem), quien entona sus características melodías de reflexión y esperanza. Después viene el excelente ska-punk de Sepulturero, un tema que nos hace recordar al Desorden de Plomo Revienta (1997). Le sigue el guaguancó de Política criminal.
Finalizando el disco, Desorden se hace acompañar de un par de Slackers: Vic Ruggiero (voz y órgano) y David Hillyard (saxo) para la versión libre pero sabrosa del clásico del ska jamaiquino Monkey Ska, tema que es reinterpretado seguidamente en La Mona Cumbita. Ella me espera es el encargado de cerrar el disco, con un intro de tambores que anteceden al reggae y al ska, donde vuelve a destacar el versátil teclado de Francisco Díaz.
De esta manera termina Estrellas del caos, una producción redonda que desde ya debe considerarse como una de las mejores grabaciones hechas en nuestro país, con impecables arreglos en los metales y con una esencia latina muy bien lograda. Mención especial para el vistoso arte del disco, muy detallado y muy bien hecho. Desorden Público logra producir así un álbum que confirma sólidamente su madurez con una calidad que, por dos décadas, la ha hecho ser toda una referencia del latin ska más allá de nuestras fronteras.
Comments
Gracias por este post, me culturizó, hehehe.
Saludos Mr, visitare tu blog mas a menudo.