Diego Álvarez y el Concierto para Cajón y Orquesta: haciendo sonar los atavismos musicales


Ayer, domingo 18 de marzo, en el marco del ciclo Grandes Solistas de la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas, el cajonero venezolano Diego Álvarez interpretó el estreno mundial del Concierto para Cajón y Orquesta, compuesto exclusivamente para él por el compositor venezolano Omar Acosta.

Álvarez, quien desde el año 1998 reside en Madrid, está considerado como uno de los más importantes cajoneros jóvenes del mundo. Su trabajo con artistas de la talla de Joaquín Cortéz y Rocío Jurado, confirman la importante reputación que ha ganado como músico en el país ibérico.

El Concierto, desde el inicio, demostró ser una gran obra destinada a demostrar que no hay género musical en el mundo –incluyendo al flamenco, claro está- que sea “absolutamente puro”. En este caso, los patrones rítmicos del joropo se conjugaban con las tonalidades dóricas propias del flamenco.

En más de una ocasión, estos dos aspectos se mezclaban hasta lograr ser una entidad homogénea y contundente a la hora de comprobar que, en efecto, existe una relación muy íntima y exquisita entre los géneros del flamenco y del joropo. La soleá, el merengue, el pasaje y el pajarillo se fusionaban para construir toda una estructura que se hizo deliciosa para los oídos de los presentes.

El Negro, como también se le conoce a Álvarez, se lució, como era de esperarse, en la ejecución de su instrumento. Impecable el acople entre el solista y la orquesta, cuyo sonido, lamentablemente, se vio opacado ante la fuerza del cajón de madera.

Finalizado el concierto, el público ovacionó con júbilo la interpretación de Álvarez, quien luego de salir en dos ocasiones debido a que los aplausos no cesaban, decidió ofrecernos un encore que nadie esperaba. Pidió entonces silencio al público para invitar al escenario a sus amigos, Rafael Brito (cuatro) y Roberto Koch (contrabajo), para tocar un tema que sació la ambición del público por querer seguir escuchando más de su cajón. Estos destacados músicos tocaron un tema que estará incluido en la ópera prima de su agrupación denominada BAK Trio, producción que desde ya esperamos con gran antelación.

Luego llamó a otro amigo para que se uniera a los músicos ya presentes. Se trataba del violinista Eddy Marcano. El ahora cuarteto tocó un joropo que emocionó a la audiencia. Finalmente Álvarez se despidió, rodeado de sus colegas, y con el sonido del unánime aplauso de un Aula Magna casi llena, que celebró este formidable concierto y estas magníficas propuestas del Maestro Saglimbeni, por hacer de su Orquesta Municipal, la principal ejecutante del soundtrack de esta ciudad.

Comments

Minos said…
joder, que bueno debió haber estado eso.

Nunca he eschuchado a este mister, shame on me, vere que consigo por slsk.
Anonymous said…
Amo el cajón. ¿cómo no me invitaste??????

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