Robert Randolph & the Family Band: la continuación eclipsada
En el 2003 se editó uno de mis discos favoritos de todos los tiempos: Unclassified. Robert Randolph es el nombre del genio creador de esta producción que, junto a su Family Band y gracias al desconcertante virtuosismo con el que toca su pedal steel guitar (ya la verán en el video que les posteo abajo), estuvo llena de impresionantes temas de country, blues, funk y soul.
Luego de numerosos conciertos que lo llevaron a girar por prácticamente todos los Estados Unidos, la “banda familiar” de Robert Randolph se ganó el puesto de ser una de las jam band más alucinantes en vivo. Este título, ganado desde los recovecos del underground norteamericano, hizo que este guitarrista -oriundo de New Jersey- compartiera escenarios y grabaciones con grandes artistas emergentes y con figuras ya consagradas de la escena musical.
Fue telonero de Dave Matthews Band y de Eric Clapton, quien luego de verlo en vivo dijo que “podía morir tranquilo porque ya había escuchado un digno representante del nuevo sonido de la guitarra del siglo XXI”. Ha grabado temas con Santana, Eric Clapton, Kirk Hammett (Metallica), Soulive y Steven Tyler (Aerosmith), entre otros.
Desde que escuché por primera vez a Robert Randolph, pude encontrar la fusión de dos cualidades principales en su sonido heterogéneo: la irreverencia fiestera de Funkadelic junto a la vehemencia bluesera de Stevie Ray Vaughan.
Colorblind (2006) está producido con una clara intención más comercial que la de su predecesor. Hay menos temas instrumentales y menos experimentación, que los aleja de esos deliciosos jamming que tanto disfrutamos en su ópera prima; canciones bastante pop (Diane y Angels), una colaboración con Dave Matthews que defrauda (Love is the only way), y la inclusión de un cover que decepciona: la versión de Thankful ‘n thoughtful de Sly & the Family Stone. Y digo que decepciona porque en Internet están disponibles unas versiones maravillosas de temas como Billie Jean y Don’t stop 'til get enough de Michael Jackson, Purple haze y Voodoo child de Jimi Hendrix y la magnífica de I want to take you higher del propio Sly Stone.
Pero no todo el material del disco decepciona. El primer tema (Ain't nothing wrong with that) es bastante rítmico y festivo. El segundo (Deliver me) tiene una impresionante guitarra funk y un slapping bass al mejor estilo de los Red Hot Chili Peppers. Igualmente destacan el sabroso Thrill of it (cuyo video les posteo abajo), las baladas Stronger y Blessed y finalmente el funk de Homecoming.
Sin embargo, si tuviera que decir cuál es el mejor tema del disco, sin duda tendría que elegir a Jesus is just alright, tocado a dos guitarras con la leyenda viva de las cuerdas: Eric Clapton. Esta pieza reúne lo mejor de estos dos artistas: el intro, bastante Robert Randolph, le da paso a un antológico riff de guitarra a cargo del ex-guitarrista de Cream, un coro pegajoso que canta a dúo con Danyel Morgan (bajo), y un exquisito puente bluesero tocado como sólo lo puede hacer este maestro de maestros.
Otro de los puntos a destacar de esta producción es el sensible cambio que ha habido en los teclados. Si bien en Unclassified el teclado se lució en manos de John Ginty, en Colorblind no destaca para nada bajo el nuevo integrante de la Family Band Jason Crosby.
Es evidente que Colorblind no logró ser una buena continuación para ese imprescindible disco que fue Unclassified. No obstante siguen habiendo visos de la genialidad de Robert Randolph. Esperamos ciertamente que el éxito que generó su ópera prima no eclipse -como de hecho lo ha hecho con este último disco- el próximo material que nos presente junto a su excelente banda. Por mi parte estaré esperando –como lo hice con este disco- con inmensa anticipación todo lo que este pana grabe, bien sea versiones, colaboraciones o todo un disco nuevo.
Luego de numerosos conciertos que lo llevaron a girar por prácticamente todos los Estados Unidos, la “banda familiar” de Robert Randolph se ganó el puesto de ser una de las jam band más alucinantes en vivo. Este título, ganado desde los recovecos del underground norteamericano, hizo que este guitarrista -oriundo de New Jersey- compartiera escenarios y grabaciones con grandes artistas emergentes y con figuras ya consagradas de la escena musical.
Fue telonero de Dave Matthews Band y de Eric Clapton, quien luego de verlo en vivo dijo que “podía morir tranquilo porque ya había escuchado un digno representante del nuevo sonido de la guitarra del siglo XXI”. Ha grabado temas con Santana, Eric Clapton, Kirk Hammett (Metallica), Soulive y Steven Tyler (Aerosmith), entre otros.
Desde que escuché por primera vez a Robert Randolph, pude encontrar la fusión de dos cualidades principales en su sonido heterogéneo: la irreverencia fiestera de Funkadelic junto a la vehemencia bluesera de Stevie Ray Vaughan.
Colorblind (2006) está producido con una clara intención más comercial que la de su predecesor. Hay menos temas instrumentales y menos experimentación, que los aleja de esos deliciosos jamming que tanto disfrutamos en su ópera prima; canciones bastante pop (Diane y Angels), una colaboración con Dave Matthews que defrauda (Love is the only way), y la inclusión de un cover que decepciona: la versión de Thankful ‘n thoughtful de Sly & the Family Stone. Y digo que decepciona porque en Internet están disponibles unas versiones maravillosas de temas como Billie Jean y Don’t stop 'til get enough de Michael Jackson, Purple haze y Voodoo child de Jimi Hendrix y la magnífica de I want to take you higher del propio Sly Stone.
Pero no todo el material del disco decepciona. El primer tema (Ain't nothing wrong with that) es bastante rítmico y festivo. El segundo (Deliver me) tiene una impresionante guitarra funk y un slapping bass al mejor estilo de los Red Hot Chili Peppers. Igualmente destacan el sabroso Thrill of it (cuyo video les posteo abajo), las baladas Stronger y Blessed y finalmente el funk de Homecoming.
Sin embargo, si tuviera que decir cuál es el mejor tema del disco, sin duda tendría que elegir a Jesus is just alright, tocado a dos guitarras con la leyenda viva de las cuerdas: Eric Clapton. Esta pieza reúne lo mejor de estos dos artistas: el intro, bastante Robert Randolph, le da paso a un antológico riff de guitarra a cargo del ex-guitarrista de Cream, un coro pegajoso que canta a dúo con Danyel Morgan (bajo), y un exquisito puente bluesero tocado como sólo lo puede hacer este maestro de maestros.
Otro de los puntos a destacar de esta producción es el sensible cambio que ha habido en los teclados. Si bien en Unclassified el teclado se lució en manos de John Ginty, en Colorblind no destaca para nada bajo el nuevo integrante de la Family Band Jason Crosby.
Es evidente que Colorblind no logró ser una buena continuación para ese imprescindible disco que fue Unclassified. No obstante siguen habiendo visos de la genialidad de Robert Randolph. Esperamos ciertamente que el éxito que generó su ópera prima no eclipse -como de hecho lo ha hecho con este último disco- el próximo material que nos presente junto a su excelente banda. Por mi parte estaré esperando –como lo hice con este disco- con inmensa anticipación todo lo que este pana grabe, bien sea versiones, colaboraciones o todo un disco nuevo.
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Mil puntos por el disco.