Las camas son frías cuando están solas
Las camas son frías cuando están solas,
sólo hace falta un cuerpo
para darles el calor que tanto les agrada.
Es que a ellas no les gusta estar solas.
Y en eso,
se parecen a nosotros.
Ahora imaginemos,
tan sólo por un instante,
su alegría
cuando una siente que un cuerpo,
se añade al calor de otro:
porque cuando hacen el amor,
lo hacen también con ella,
pese a la indiferencia
que tanto los caracteriza.
Así hasta que concluye
el descubrimiento y la conquista.
La cama
y ellos
palpitan al unísono,
dejando en las sábanas,
las huellas del camino que juntos han recorrido,
y que en pocos instantes esperan,
ellos y sobre todo ella,
que pronto retomen,
para que el deseo vuelva a hacerse agua,
y ellos uno,
y ellos uno,
pese a la indiferencia
que tanto los caracteriza.
sólo hace falta un cuerpo
para darles el calor que tanto les agrada.
Es que a ellas no les gusta estar solas.
Y en eso,
se parecen a nosotros.
Ahora imaginemos,
tan sólo por un instante,
su alegría
cuando una siente que un cuerpo,
se añade al calor de otro:
porque cuando hacen el amor,
lo hacen también con ella,
pese a la indiferencia
que tanto los caracteriza.
Así hasta que concluye
el descubrimiento y la conquista.
La cama
y ellos
palpitan al unísono,
dejando en las sábanas,
las huellas del camino que juntos han recorrido,
y que en pocos instantes esperan,
ellos y sobre todo ella,
que pronto retomen,
para que el deseo vuelva a hacerse agua,
y ellos uno,
y ellos uno,
pese a la indiferencia
que tanto los caracteriza.
Comments
Un abrazo en vertical,