Teresa Carreño: pasión y vida por el piano
Hoy se cumplen 90 años de la muerte de la pianista más insigne que ha parido nuestra tierra: Teresa Carreño. Hija de Manuel Antonio Carreño (autor del celebérrimo Manual de Carreño), elogiada por los grandes compositores de su época –Brahms, Rossini, Lizst y Tchaikovski-, extraordinaria compositora de más de 50 piezas y aplaudida en los escenarios más importantes de Londres, París y Nueva York. Sin duda, la venezolana más importante del siglo XIX.
A continuación, les posteo un extracto de la breve pero completísima biografía de Teresa Carreño, que escribió mi querida y admirada profesora de literatura Violeta Rojo para la Biblioteca Biográfica Venezolana que edita El Nacional. Simplemente me parece una magnífica reflexión sobre una de las cosas que juntos celebramos en La Vida es una Nota: la cercana y deliciosa relación entre la música y la literatura.
“La mente del artista debe ser cultivada (…) La cultura se deriva de la observación, de la naturaleza, de la historia de seres humanos, de la arquitectura, de la poesía. Yo recomiendo siempre a mis discípulos, aspirantes a la música, el leer mucha poesía. Yo misma encuentro gran inspiración en Shakespeare (…) En este caleidoscopio de pasiones humanas se puede hallar un mundo de inspiraciones. Me place también comparar grandes maestros de la literatura con grandes maestros de la música. A Shakespeare lo comparo con Brahms; Goethe con Bach y Beethoven; Heine y Musset con Chopin y Lizst”. – Teresa Carreño
A continuación, les posteo un extracto de la breve pero completísima biografía de Teresa Carreño, que escribió mi querida y admirada profesora de literatura Violeta Rojo para la Biblioteca Biográfica Venezolana que edita El Nacional. Simplemente me parece una magnífica reflexión sobre una de las cosas que juntos celebramos en La Vida es una Nota: la cercana y deliciosa relación entre la música y la literatura.
“La mente del artista debe ser cultivada (…) La cultura se deriva de la observación, de la naturaleza, de la historia de seres humanos, de la arquitectura, de la poesía. Yo recomiendo siempre a mis discípulos, aspirantes a la música, el leer mucha poesía. Yo misma encuentro gran inspiración en Shakespeare (…) En este caleidoscopio de pasiones humanas se puede hallar un mundo de inspiraciones. Me place también comparar grandes maestros de la literatura con grandes maestros de la música. A Shakespeare lo comparo con Brahms; Goethe con Bach y Beethoven; Heine y Musset con Chopin y Lizst”. – Teresa Carreño
Comments
Pero bueno, la sensibilidad encuentra unos vertederos maravillosos para manifestarse ¿cierto? como lo fue su pasión ante ese hermoso instrumento.
¡Me encanta venir aquí! ¡eres mi libro de Petete musical!
Un abrazo sin teatro,
Ante todas las cosas magníficas que se descubren en este post, tú decides decir que Teresa Carreño era fea.
¡Y lo peor es que confiesas que te ríes!
Teresa viajó y mucho, era una mujer educadísima y desprejuiciada. Lo más seguro es que tú no lo sepas, pero la inteligencia y el talento embellecen. Sería bueno quizás que vieras la feura de ese talento que jamás llegarás a desarrollar. La sensibilidad te debe haber esquivado olípimcamente.
Desde mis ojos masculinos veo a la Carreño como una mujer tan talentosa y tan hermosa que aunque tú expreses tu total ausencia de neuronas expresándote así de ella, ni se inmuta.
Un Sobrino de Teresa Carreño
Lamento tanto que hayas interpretado mis palabras así. En todo caso, acepto mi error y te pido disculpas por haber comenzado por allí mi comentario, y al hacerlo irrespetar mi admiración por esta, repito, pródiga artista.
Es por ello que escribí que la sensiblidad encuentra vertederos maravillosos, que nada tienen que ver con la apreciación que sobre la estampa de alguien pueda hacer una tercera como yo. En todo caso, los códigos con los que me expreso en el blog de un apreciado amigo, no son necesariamente universales.
Me hubiese encantado que tu reproche lo suscribieras sólo al espacio en el que se produjo, y así como entiendo la demanda de respeto hacia tu tía, pudiste haber sido congruente al dejarlo aquí.
Tengo la pretensión de seguir aprendiendo de mis errores. Tengo la ilusión de desarrollar mis propios talentos. Tengo unas neuronas que no sienten necesidad alguna en demostrar maestría sobre nadie.
Y a diferencia de tí, tengo un nombre y un apellido con el que firmo mi blog desde hace poco más de un año, ojalá hubieses hecho lo propio. Creo que presentarte como su sobrino es sólo una vil manera de justificar los insultos que me has propinado.
Reiteradas disculpas a Víctor por el espacio que este impase ha representado para su casa digital.
Todos los dias se aprende algo nuevo, aunque eso debería de haberlo sabido hace mucho tiempo.
Salu2