Common: buscando la eternidad
Common es un rapero excepcional. Sus canciones no incluyen groserías, no hablan de gangsters, ni son sexualmente explícitas. Sus letras, por el contrario, contienen mensajes de reflexión social, poemas de amor e himnos de esperanza. Todos estos atributos lo han hecho merecedor del título de “conscious rapper”. Creo que la Rolling Stone fue la que describió a Common de una manera simplemente genial: “Common es el rapero que las mamás quisieran que sus hijos escucharan”.
Nacido en Chicago y actualmente residenciado en Brooklyn, este rapero tiene 7 discos en su haber: desde Like water for chocolate (2000), su álbum más exitoso en ventas; el experimental Electric circus (2002), donde combinó rap con rock sicodélico; hasta Be (2005), el más aclamado por los críticos y donde se hizo acompañar por Kanye West, John Mayer y John Legend, entre otros.
Su última producción se titula Finding forever (2007) y fue producida por Kanye West. Este disco tiene una inclinación evidentemente más comercial que su predecesor, Be, sin embargo continúa mostrando lo mejor de Common: sus letras. Y, aunque debo admitir que Be sigue siendo mi álbum favorito de su discografía, también debo reconocer que este es un muy buen disco de ese género tan infravalorado musicalmente como lo es el hip-hop.
De igual forma que en sus anteriores producciones, lo acompañan excelentes invitados que le confieren diversas y delicadas texturas a los temas: desde la popular Lily Allen, quien lo acompaña en Drivin’ me wild, una canción que habla sobre las obsesiones humanas (cuyo video les posteo abajo); pasando por Will.i.am, quien presta su voz para el hipnótico coro de la sexy I want you; Kanye West, quien rapea sobre un electrizante y adictivo riff de guitarra en Southside; hasta D’Angelo, quien entona sus usuales melodías agudas en So far to go.
El resto de los temas está integrado por The people, primer single del disco, todo un tema uplifting donde Common deja a un lado el rapeo para cantar la esperanzadora melodía del coro; The game, donde, en palabras del propio Common, le hace un homenaje al old-school rap; Break my heart, donde hace gala de unas letras dedicadas al despecho; y Forever begins, la canción con la que cierra el disco de la misma forma en la que ha concluido sus anteriores producciones: un tema lleno de mensajes de esperanza y optimismo para este mundo en el que tenemos la oportunidad de comenzar cada día, este mundo en el que nuestro siempre puede comenzar desde hoy.
Nacido en Chicago y actualmente residenciado en Brooklyn, este rapero tiene 7 discos en su haber: desde Like water for chocolate (2000), su álbum más exitoso en ventas; el experimental Electric circus (2002), donde combinó rap con rock sicodélico; hasta Be (2005), el más aclamado por los críticos y donde se hizo acompañar por Kanye West, John Mayer y John Legend, entre otros.
Su última producción se titula Finding forever (2007) y fue producida por Kanye West. Este disco tiene una inclinación evidentemente más comercial que su predecesor, Be, sin embargo continúa mostrando lo mejor de Common: sus letras. Y, aunque debo admitir que Be sigue siendo mi álbum favorito de su discografía, también debo reconocer que este es un muy buen disco de ese género tan infravalorado musicalmente como lo es el hip-hop.
De igual forma que en sus anteriores producciones, lo acompañan excelentes invitados que le confieren diversas y delicadas texturas a los temas: desde la popular Lily Allen, quien lo acompaña en Drivin’ me wild, una canción que habla sobre las obsesiones humanas (cuyo video les posteo abajo); pasando por Will.i.am, quien presta su voz para el hipnótico coro de la sexy I want you; Kanye West, quien rapea sobre un electrizante y adictivo riff de guitarra en Southside; hasta D’Angelo, quien entona sus usuales melodías agudas en So far to go.
El resto de los temas está integrado por The people, primer single del disco, todo un tema uplifting donde Common deja a un lado el rapeo para cantar la esperanzadora melodía del coro; The game, donde, en palabras del propio Common, le hace un homenaje al old-school rap; Break my heart, donde hace gala de unas letras dedicadas al despecho; y Forever begins, la canción con la que cierra el disco de la misma forma en la que ha concluido sus anteriores producciones: un tema lleno de mensajes de esperanza y optimismo para este mundo en el que tenemos la oportunidad de comenzar cada día, este mundo en el que nuestro siempre puede comenzar desde hoy.
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