La venganza de Lourdes
Usualmente, a media tarde, suelo tomarme un café con leche grande en cualquier panadería. En caso de que esté en mi casa, pues salgo y camino hasta al Galerías Los Naranjos, donde, en el nivel cero, está una panadería donde preparan muy buen café. Tomarme ese café me pone a pensar; muchas veces me llevo una libreta y anoto cosas pendientes por hacer, frases, reflexiones, qué sé yo; anoto lo primero que se me venga a la cabeza.
Sin embargo, hace un par de semanas no pude pensar ni reflexionar nada. En frente de mí, había un par de señoras que, calculo, estarían en la mitad de sus 40. Una vestía un mono morado y una camiseta blanca, como si acabara de ir a un gimnasio. La otra cargaba un atuendo más formal: camisa negra, pantalón marrón, como si acabara de salir de su oficina. La atleta hablaba muy bajo, con léxico elegante y economía de gestos; la ejecutiva, en cambio, hablaba duro y derrochaba histrionismo.
La escena llamó inmediatamente mi atención por el marcado contraste que había entre las dos mujeres. Hablaban de cosas cotidianas: que si en el trabajo esto, que si en el trabajo lo otro, que si fulanita se hizo el combo tetas/culo/lipo, que si qué se puede comprar ahora en Miami con ese cupo, etc. Nada fuera de lo normal, hasta que escuché lo que ahora les posteo…
- ¿Y cómo te va con Rogelio? –le increpó la ejecutiva a la deportista.
- ¿Cómo que cómo me va? Ni me va ni me viene… -respondió con exagerada indiferencia.
- ¿En serio? Creí que me ibas a decir lo mismito que me dices siempre de tu marido: que si te tiene jodida con su infelicidad, que si se sigue haciendo el loco para no buscar a tus hijas al ballet.
- Año nuevo, vida nueva, querida…
- ¿Y qué coño significa eso, Lourdes María?
- Que uno cambia, cariño…
- ¡Ah vaina! ¡Termina de decir de una buena vez, mira que no me está gustando el tonito con el que estás diciendo estas cosas! ¿Dime qué coño pasa?
- Que intimé con otro hombre…
- ¿Cómo es la vaina?
- Que engañé a Rogelio…
- ¿Y a quién coño te tiraste?
- Ay, Carola, baja la voz, y deja las groserías, vale, ¿no ves que la gente te puede escuchar? –"yo sí escuché señora, y no le pare, siga hablando duro pa' yo seguir escribiendo todo esto, mire que esto va para mi blog", me provocó decirle.
- Ok, está bien, -hizo el ademán de calmarse y bajó la voz para decir lo siguiente con exagerada serenidad:- ¿cuál fue el individuo a quien te co-gis-te?
- A Marquito…
- ¿Marquito, el mariquito? ¿Cómo coño terminaste tú en la cama con un marico, chica, tú estás loca?
- ¿Gay? Eso es lo que tú crees…
- Bueno, mija, es el profesor de ballet de tus hijas, tú me dirás…
- Créeme: de gay no tiene nada…
- ¡Cuéntame pues!
- Bueno nada, que después de la presentación del Cascanueces, el grupo de ballet iba a celebrar en casa de Trina, la directora, ¿sabes? En San Román…
- Ajá, ajá ¿y entonces? –increpaba la histérica con evidente desesperación.
- Bueno, yo le dije a Rogelio para que fuéramos y me dijo que si yo estaba loca, que qué iba a hacer él celebrando con una cuerda de maricones -dijo esta última palabra muy bajito, como quien tiene miedo de decir una grosería-. Entonces yo le dije que yo sí iba a ir, que yo sí quería celebrar la presentación de mis hijas.
- ¡Sigue, sigue!
- Total, que fui a la fiesta y tú sabes, unos tragos, una cosa… ¡y pasó!
- Coño, no lo vayas a tomar mal, pero no te entiendo, Lourdes María. ¿Cómo te dieron ganas a ti de acostarte con ese tipo?
- Pasó. Y punto –afirmó con intimidante seriedad.
- Está bien, pues, está bien, no te me arreches.
- Es que estoy harta y me vengué. ¿Tú crees que yo no sé lo que pasa entre la mosquita muerta esa de la Yuly y mi marido?
- Bueno pero, ¡si fuiste tú la que la contrató para que te limpiara la casa!
- Sí, ¡pero es que ya no se consiguen amas de casa en este país! Y yo me cansé de limpiarle la casa y de tenerle la comida calientica al mequetrefe de mi marido...
- Coño… como que es verdad entonces todo ese cuento de que cambiaste…
- ¡No es ningún cuento, chica! ¡Me vengué!
- Y con todo incluido, jajaja.
- ¿Y tú sabes qué es lo peor de todo?
- ¡Echa pa’ fuera!
- ¡Que lo engañé con un ma-ri-cón!
Y las dos estallaron en carcajadas haciendo una especie de brindis chocando sus tazas de café.
Sin embargo, hace un par de semanas no pude pensar ni reflexionar nada. En frente de mí, había un par de señoras que, calculo, estarían en la mitad de sus 40. Una vestía un mono morado y una camiseta blanca, como si acabara de ir a un gimnasio. La otra cargaba un atuendo más formal: camisa negra, pantalón marrón, como si acabara de salir de su oficina. La atleta hablaba muy bajo, con léxico elegante y economía de gestos; la ejecutiva, en cambio, hablaba duro y derrochaba histrionismo.
La escena llamó inmediatamente mi atención por el marcado contraste que había entre las dos mujeres. Hablaban de cosas cotidianas: que si en el trabajo esto, que si en el trabajo lo otro, que si fulanita se hizo el combo tetas/culo/lipo, que si qué se puede comprar ahora en Miami con ese cupo, etc. Nada fuera de lo normal, hasta que escuché lo que ahora les posteo…
- ¿Y cómo te va con Rogelio? –le increpó la ejecutiva a la deportista.
- ¿Cómo que cómo me va? Ni me va ni me viene… -respondió con exagerada indiferencia.
- ¿En serio? Creí que me ibas a decir lo mismito que me dices siempre de tu marido: que si te tiene jodida con su infelicidad, que si se sigue haciendo el loco para no buscar a tus hijas al ballet.
- Año nuevo, vida nueva, querida…
- ¿Y qué coño significa eso, Lourdes María?
- Que uno cambia, cariño…
- ¡Ah vaina! ¡Termina de decir de una buena vez, mira que no me está gustando el tonito con el que estás diciendo estas cosas! ¿Dime qué coño pasa?
- Que intimé con otro hombre…
- ¿Cómo es la vaina?
- Que engañé a Rogelio…
- ¿Y a quién coño te tiraste?
- Ay, Carola, baja la voz, y deja las groserías, vale, ¿no ves que la gente te puede escuchar? –"yo sí escuché señora, y no le pare, siga hablando duro pa' yo seguir escribiendo todo esto, mire que esto va para mi blog", me provocó decirle.
- Ok, está bien, -hizo el ademán de calmarse y bajó la voz para decir lo siguiente con exagerada serenidad:- ¿cuál fue el individuo a quien te co-gis-te?
- A Marquito…
- ¿Marquito, el mariquito? ¿Cómo coño terminaste tú en la cama con un marico, chica, tú estás loca?
- ¿Gay? Eso es lo que tú crees…
- Bueno, mija, es el profesor de ballet de tus hijas, tú me dirás…
- Créeme: de gay no tiene nada…
- ¡Cuéntame pues!
- Bueno nada, que después de la presentación del Cascanueces, el grupo de ballet iba a celebrar en casa de Trina, la directora, ¿sabes? En San Román…
- Ajá, ajá ¿y entonces? –increpaba la histérica con evidente desesperación.
- Bueno, yo le dije a Rogelio para que fuéramos y me dijo que si yo estaba loca, que qué iba a hacer él celebrando con una cuerda de maricones -dijo esta última palabra muy bajito, como quien tiene miedo de decir una grosería-. Entonces yo le dije que yo sí iba a ir, que yo sí quería celebrar la presentación de mis hijas.
- ¡Sigue, sigue!
- Total, que fui a la fiesta y tú sabes, unos tragos, una cosa… ¡y pasó!
- Coño, no lo vayas a tomar mal, pero no te entiendo, Lourdes María. ¿Cómo te dieron ganas a ti de acostarte con ese tipo?
- Pasó. Y punto –afirmó con intimidante seriedad.
- Está bien, pues, está bien, no te me arreches.
- Es que estoy harta y me vengué. ¿Tú crees que yo no sé lo que pasa entre la mosquita muerta esa de la Yuly y mi marido?
- Bueno pero, ¡si fuiste tú la que la contrató para que te limpiara la casa!
- Sí, ¡pero es que ya no se consiguen amas de casa en este país! Y yo me cansé de limpiarle la casa y de tenerle la comida calientica al mequetrefe de mi marido...
- Coño… como que es verdad entonces todo ese cuento de que cambiaste…
- ¡No es ningún cuento, chica! ¡Me vengué!
- Y con todo incluido, jajaja.
- ¿Y tú sabes qué es lo peor de todo?
- ¡Echa pa’ fuera!
- ¡Que lo engañé con un ma-ri-cón!
Y las dos estallaron en carcajadas haciendo una especie de brindis chocando sus tazas de café.
Comments
–"yo sí escuché señora, y no le pare, siga hablando duro pa' yo seguir escribiendo todo esto, mire que esto va para mi blog", me provocó decirle. JAJAJAJA que rata
saludos
El ex edil peronista, Guillermo Capellán, siendo Presidente de la Comisión de Hacienda del Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta, quiso cobrarle los impuestos al hermano del Alcalde/Intendente Alejandro San Millán, Antonio San Millán.
El Poder Sanmillanista contrató al Abogado Roberto Elio Gareca y este letrado a su vez contrató a un delincuente juvenil, Rodrigo Chavarría (taxi-boy menor de edad a quien Gareca conoció en el Parque San Martín de la Ciudad de Salta) y lo denunciaron por violación. Estuvo 101 días preso y desde la cárcel vaticinó que saldría el día de la Lealtad Peronista, horas más horas menos salió en la madrugada del 18 de Octubre de 2003. Al salir del presidio en Concejal dijo “Quienes participaron en el complot pagarán muy caro lo que me hicieron”:
“Al Juez le pasará lo mismo a que a mí, se quedará sin cargo”. A los seis meses abogados de la Ciudad de Salta pidieron Juicio Político al Juez de la causa, Luis María Agüero Molina lo destituyeron por motivos relacionados al caso edil ocultista.
“Rodrigo Chavarría, pupilo de Roberto Gareca, hizo una denuncia falsa siendo menor de edad y eso es delito, cuando sea mayor vivirá preso”.
Chavarría siendo mayor cometió una estafa y fue condenado por un año, quedó en libertad condicional y a los tres meses cayó nuevamente en manos de la Justicia Federal por “Usurpación de Títulos y Honores y Estafa” y sigue preso.
“Destruyeron mi vida, y ese tipo participó en el estrépito mediático es un empresario de medios y publicidad, yo lo escuchaba desde mi celda decir cosas espantosas… tendrá su merecido” El empresario al que se refería el Concejal Ocultista sería Julio Castillo a quien lo internaron en una clínica con un fuerte dolor de cabeza, se le declaró un tumor cerebral fulminante y murió en horas.
“En el Diario El Tribuno se ensañaron conmigo y el Abogado Gareca publica todas las barbaridades que quiere porque su hermano es el Jefe de Redacción de Noticias Policiales en ese matutino… no importa, ya llegará el día…” Se refería al periodista Sergio Alberto Gareca a quien le descubrienron un cáncer galopante y murió en poco tiempo.
La predicción o “maldición” pública más dura y contundente del Concejal Astrólogo y Esotérico es cuando vaticinó en la FM Pacífico 92.9 en el Programa del periodista Daniel Salmoral aseguró: “Los San Millán pagarán con lágrimas de sangre lo que me hicieron” Inexplicablemente, el hijo de Antonio San Millán de 16 años murió aplastado por una cortadora de cesped minitractor. La gigantesca empresa de materiales de construcción conocida como Corralón El Milagro” se fundió y dejó un tendal de empleados sin indemnizar.
“Siguen haciendome daño por lo tanto siguen acumulando desgracias” En esta frase se refiere elipticamente al Empresario-locutor Martin Grande y al Abogado Roberto Elio Gareca sindicados como los principales responsable de la conspiración por cuanto el presunto violado y delincuente Rodrigo Chavarría los sindicó en su confesión como los autores ideológicos de la denuncia contra Guillermo Capellán. Con respecto a ellos el Esotérico Edil dijo: “tengo todo el tiempo del mundo para verlos caer, ellos son las frutillas del postre”
Salta es la capital turística de todo el Norte de Argentina donde viven 600.000 habitantes y en todos los rincones de la Ciudad se comenta: “Las Maldiciones del Concejal Capellán se están cumpliendo”. ¡Esto es para pensar porque el edil lo dijo en los medios con mucha anticipación! Si quiere leer el artículo completo escriba en cualquier buscador: “Cadena Global+maldiciones del Concejal” y tendrá mas detalles sobre este tema.