Cuestionarios creativos: Toto Aguerrevere



Toto Aguerrevere se autodefine como un “buhonero intelectual”. Y aunque la etiqueta ya es elocuente de su agudo sentido del humor, creo que no le hace justicia a su talento. Toto, más que un distinguido bloguero, es un brillante cronista: un escritor que piensa la cultura popular desde una audaz y divertida perspectiva. Entré en contacto con la obra de Toto gracias a su estupendo blog, una plataforma donde ha publicado textos que me han hecho pensar, reír e incluso llorar. Hace rato que Toto dejó de ser sólo un excepcional comentador de la cultura caraqueña para convertirse también en un destacado protagonista de ella.

 
¿Cuándo te diste cuenta que querías ser escritor?

Yo creo que eso es un proceso diario de auto-convencimiento. Cada idea que me obliga a sentarme en una computadora a escribir que termino, implica hacerme la inevitable pregunta: “si esto te hace completamente feliz, ¿qué hace que no seas esto todos los días a toda hora?”

¿Hubo alguna persona (artista, profesor, familiar) que influyó en tu vocación creativa?

Yo quería ser Walt Disney. Soy completamente visual y la idea de traer entretenimiento a través de formulas sencillas como la caricatura me atrapó. De ahí pasé a los comics de Archie donde aprendí a contar historias de manera breve y luego a Quino quién me enseñó todo lo que sé sobre el humor irónico. Sueno como un dibujante en vez de un bloguero pero yo escribo con imágenes en mente.

¿Tienes alguna rutina creativa?

Escribo desde casa. Soy de esas personas que si se sienta con su laptop en un café va a estar más preocupado de observar lo que pasa a su alrededor para ver si puede usar algo como referencia en sus historias. En casa estoy completamente solo sin ninguna otra distracción, salvo el ruido de una construcción del vecino al cual me he acostumbrado (año y medio de tortura ya da para saber hasta cuando los obreros llegaron tarde).

¿Crees en la inspiración?

A mí me viene una frase de repente. Algo tipo: “los domingos son los viernes de las monjas”. Y de ahí no puedo esperar a correr a escribir lo que viene a continuación. ¿Qué hacen las monjas un domingo que sea equiparable a una rumba? No es una musa, es una pregunta sincera.

En caso de que sí creas en la inspiración, ¿qué te inspira?

La gente irreverente, curiosa, espontanea e insoportable. A la gente que le pasan cosas divertidas. Admiro la capacidad que tienen para vivir una vida donde todo sea un #fuckmylife y aún así se rían.

¿Cuál es la creación de la que te sientes más orgulloso y por qué?

Yo escribí la Semana Nacional del Sifrinismo hace un par de años, una serie donde iba narrando las características de un sifrino. El saber que cada día tenía que entregar algo porque la gente estaba pendiente de leer más me fascinó porque más que un acto de egocentrismo, fue un acto de interacción. La gente opinaba, mandaba más características y eso para un bloguero es lo máximo. Aunque mis escritos más sinceros sin duda son uno que se llama Guacamayas en el Cielo que está en mi libro Cuentos de Sobremesa y otro Cinco Mil Días Son Suficientes que está en el blog. Ésos son totalmente quien soy yo en esencia.

En momentos de duda, bloqueo o inseguridad, ¿qué haces?

Comienzo a escribir todo lo que ya he escrito en el primer párrafo a ver si me vuelve la idea. Si no, lo borro y me voy a otra parte. Creo que rara vez lo he continuado, son lo que yo llamo escritos de genocidio digital: alt, click, delete. El problema con la inseguridad es otra cosa. Eso es cuando publicaste algo genial y no tienes idea de cómo vas a superar eso con otro. La solución es darte cuenta que en verdad no era tan bueno y que siempre hay espacio para algo más creativo. 

¿Cuáles son tus ídolos creativos?

La gente que escribe historias, pone música, hace arte, produce películas y baila flamenco sin que les importe el qué dirán.

¿Con cuál de ellos te gustaría cenar? Y si tuvieras la oportunidad de hacerle sólo una pregunta, ¿qué te gustaría preguntarles?

No cenaría, los llevaría a todos a un bar. Les preguntaría con quién se acostarían si la vida les diera carta blanca.

¿Qué consejo le darías a alguien que esté empezando a escribir?

No imites a nadie, no copies estilos. Sincérate y escribe la historia que a ti te encantaría leer en este mismo momento. Si no te ríes o no lloras con lo que estás escribiéndolo aplica el genocidio digital. Nadie se merece leer algo que tú mismo no gozaste escribiéndolo.

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