Mis ídolos creativos: Woody Allen
Ver las películas de Woody Allen me proporciona un
placer extraordinario: me hacen reír y me hacen pensar, pero sobre todo me
hacen admirar profundamente el talento excepcional de su creador.
Woody Allen ha realizado más de 40 films en su carrera. Desde el año 1977 ha escrito y dirigido una película por año. Y aunque bien pudiera admitirse que no todo lo que ha hecho ha sido grandioso, su genialidad hace sentirse con frecuencia ofreciéndonos un cine, que quizá por su propia particularidad, ha logrado ser bastante influyente.
El legado de Woody Allen reside en el desarrollo que ha hecho a lo largo de su carrera de una comedia única. Sus neurosis, su formación judía (aun cuando no practica la religión), su infelicidad y sus fracasos amorosos son todos temas que ha sabido explotar en sus films de manera muy ingeniosa. Woody también se ha arriesgado a hacer cine en otros géneros, muchas veces con éxito (Match point, Everybody says I love you) y otras no tanto (Interiors, Cassandra’s dream).
En mi opinión, las películas donde el genio narrativo de Woody Allen se hace más evidente son: The purple rose of Cairo, donde el personaje de una película salta de la pantalla grande a la vida real; Zelig, una especie de documental sobre un personaje que tiene la camaleónica capacidad de actuar y lucir como las personas que lo rodean; Bullets over Broadway, donde un matón de la mafia se convierte en un brillante dramaturgo; Melinda and Melinda, en la que se cuenta una historia desde los puntos de vista de la comedia y la tragedia; y Midnight in Paris, donde el protagonista que vive en el siglo XXI logra viajar a la París de los 20.
Mi admiración hacia Woody Allen no es exclusiva de su faceta como cineasta, sino también por su disciplina como músico, evidenciada en los más de 60 años que lleva tocando el clarinete. Woody es un gran fanático del jazz de New Orléans y toca regularmente con su ensamble en el Hotel Carlyle de Nueva York. (Algunos actores que han participado en sus films han confesado que el director suele llevar su clarinete al set de filmación e incluso lo practica si hay algún break.)
Woody Allen ha realizado más de 40 films en su carrera. Desde el año 1977 ha escrito y dirigido una película por año. Y aunque bien pudiera admitirse que no todo lo que ha hecho ha sido grandioso, su genialidad hace sentirse con frecuencia ofreciéndonos un cine, que quizá por su propia particularidad, ha logrado ser bastante influyente.
El legado de Woody Allen reside en el desarrollo que ha hecho a lo largo de su carrera de una comedia única. Sus neurosis, su formación judía (aun cuando no practica la religión), su infelicidad y sus fracasos amorosos son todos temas que ha sabido explotar en sus films de manera muy ingeniosa. Woody también se ha arriesgado a hacer cine en otros géneros, muchas veces con éxito (Match point, Everybody says I love you) y otras no tanto (Interiors, Cassandra’s dream).
En mi opinión, las películas donde el genio narrativo de Woody Allen se hace más evidente son: The purple rose of Cairo, donde el personaje de una película salta de la pantalla grande a la vida real; Zelig, una especie de documental sobre un personaje que tiene la camaleónica capacidad de actuar y lucir como las personas que lo rodean; Bullets over Broadway, donde un matón de la mafia se convierte en un brillante dramaturgo; Melinda and Melinda, en la que se cuenta una historia desde los puntos de vista de la comedia y la tragedia; y Midnight in Paris, donde el protagonista que vive en el siglo XXI logra viajar a la París de los 20.
Mi admiración hacia Woody Allen no es exclusiva de su faceta como cineasta, sino también por su disciplina como músico, evidenciada en los más de 60 años que lleva tocando el clarinete. Woody es un gran fanático del jazz de New Orléans y toca regularmente con su ensamble en el Hotel Carlyle de Nueva York. (Algunos actores que han participado en sus films han confesado que el director suele llevar su clarinete al set de filmación e incluso lo practica si hay algún break.)
Aunque es autor de los films que dirige, Woody también escribe geniales ensayos y cuentos para revistas como The New Yorker, algunos de los cuales han sido compilados en libros imprescindibles como Without feathers.
Lo que más me impresiona de Woody Allen es su extraordinaria persistencia. Ningún otro cineasta ha sido capaz de hacer un film cada año durante casi 40 años como él. Su prestigio como director le permite darse el lujo de contratar a reconocidos actores para sus películas de bajo presupuesto. En reiteradas ocasiones ha declarado que le tiene sin cuidado la recaudación en taquilla de sus films, la recepción por parte de la crítica o la entrega de premios (la noche que ganó el Oscar por el guión de Midnight in Paris estaba tocando con su banda).
Una de las confesiones más memorables que ha hecho Woody Allen es en la que admite que él mismo es el mayor impedimento en su camino hacia la grandeza. Él reconoce que es muy flojo como para ocuparse de temas que otros directores consideran esenciales. A Woody Allen le gusta filmar con rapidez. (Cabe destacar que también escribe a un impresionante ritmo: suele armar sus guiones en apenas seis semanas.) Varios actores que trabajan con él han afirmado que no le gusta ensayar las escenas y que tampoco ofrece muchas instrucciones. (John Cusack reveló que una vez le pidió que grabara una escena con celeridad porque esa noche iba a un juego de los Knicks.)
Asimismo Woody suele comenzar a trabajar en su próxima película antes que la que acaba de terminar sea estrenada, lo cual puede entenderse como una manera de prescindir de la crítica o la taquilla evitando que ellas tengan un efecto desmoralizante en su proactividad, o también como una táctica para adelantárseles y siempre seguir hacia delante en su recorrido creativo.
Woody Allen es un sujeto que está muy consciente de su creatividad. En ese sentido, recomiendo fuertemente el libro Conversations with Woody Allen, en el cual, a lo largo de una serie de entrevistas, el cineasta comparte un análisis muy honesto y revelador del proceso creativo detrás de sus películas más conocidas -y también de las que no lo son tanto. También sugiero ver el film Woody Allen: A Documentary si quieren disfrutar de un vistazo íntimo hacia su genial filmografía.
Estas son mis películas favoritas de Woody Allen:
1. Annie Hall
2. Manhattan
8. Match point
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