Obvious child y Celeste & Jesse forever: dos pelis para volver a a(r)marnos
A mí me encanta volver a ver mis películas favoritas; no sólo para volver a disfrutar lo que en un principio me atrajo de ellas, sino también para encontrarle cosas que quizá había pasado por alto. Y sobre todo me gusta volver a ver mis películas favoritas para descubrir nuevas emociones: para sentir de nuevo.
En los últimos años hay un par películas a las que vuelvo con regularidad: Obvious child y Celeste and Jesse forever. Cada vez que las veo termino conmovido, pensando mucho en los temas que allí se desarrollan.
Debo confesar que descubrí esos films porque admiro muchísimo a las chicas que actúan en ellas. En el caso de Obvious..., es por Jenny Slate: una comediante que amo y que además es creadora de Marcel the shell with the shoes on, un personaje que protagoniza unos hermosísimos y populares cortos en YouTube y exitosos libros para niños. En el caso de Celeste..., es por Rashida Jones: una talentosa actriz que conocí en la versión norteamericana de The Office, y que además es creadora de un exitoso cómic, co-escritora de Celeste… y de la nueva entrega de Toy Story.
(Lo admito: mi corazón es débil ante chicas lindas y de múltiples talentos creativos.)
Lo que más celebro de estas dos películas es su sensibilidad: ambas tocan temas bastante emocionales. En los dos se dan quiebres: en Obvious… es el desmoronamiento personal de Donna Stern, representado por el fin de su noviazgo y su trabajo, catalizado por un embarazo no planificado; mientras que en Celeste... lo que se fractura es la especial relación que une a la pareja protagonista.
Aunque bien pudiera considerarse a estas dos películas como comedias románticas, ambas historias en efecto se alejan bastante de las convenciones. Las dos comienzan con el fin de dos relaciones, por ejemplo. Asimismo, el tema del aborto no reviste colores morales en Obvious...; mientras que los vínculos amorosos expuestos en Celeste… ostentan una impresionante dosis de realismo. Y si bien pudiera sentirse que sus finales no sean felices, cada uno de ellos no se toman realmente como cierres, sino como nuevos comienzos.
¿Cómo seguir adelante después de una crisis personal? ¿Cómo aceptar la verdadera naturaleza de las relaciones que nos unen a las personas que queremos? ¿Cómo volver a querer?
Ambos guiones son muy audaces por la temática tocada -divorcio y aborto- y están muy bien hechos: la manera como están planteados los arcos narrativos -especialmente en la intrincada Celeste... - es sencillamente impecable.
Los dos films también nos regalan dos revelaciones. Por un lado, el impresionante talento histriónico de Slate, quien hace gala de una sólida actuación. (Su interpretación es tan cautivante que por momentos uno siente que en efecto estás muy cerca de ella.) Y por el otro, la cálida y candorosa voz de Jones como contadora de historias.
¿Cómo podemos volver a levantarnos cuando estamos deshechos? ¿Cómo volver a armarnos después de una fractura? ¿Cómo volver a querernos?
Obvious child y Celeste and Jesse forever son ese tipo de películas que se ven con los ojos aguados y una sonrisa en el corazón.
En los últimos años hay un par películas a las que vuelvo con regularidad: Obvious child y Celeste and Jesse forever. Cada vez que las veo termino conmovido, pensando mucho en los temas que allí se desarrollan.
Debo confesar que descubrí esos films porque admiro muchísimo a las chicas que actúan en ellas. En el caso de Obvious..., es por Jenny Slate: una comediante que amo y que además es creadora de Marcel the shell with the shoes on, un personaje que protagoniza unos hermosísimos y populares cortos en YouTube y exitosos libros para niños. En el caso de Celeste..., es por Rashida Jones: una talentosa actriz que conocí en la versión norteamericana de The Office, y que además es creadora de un exitoso cómic, co-escritora de Celeste… y de la nueva entrega de Toy Story.
(Lo admito: mi corazón es débil ante chicas lindas y de múltiples talentos creativos.)
Lo que más celebro de estas dos películas es su sensibilidad: ambas tocan temas bastante emocionales. En los dos se dan quiebres: en Obvious… es el desmoronamiento personal de Donna Stern, representado por el fin de su noviazgo y su trabajo, catalizado por un embarazo no planificado; mientras que en Celeste... lo que se fractura es la especial relación que une a la pareja protagonista.
Aunque bien pudiera considerarse a estas dos películas como comedias románticas, ambas historias en efecto se alejan bastante de las convenciones. Las dos comienzan con el fin de dos relaciones, por ejemplo. Asimismo, el tema del aborto no reviste colores morales en Obvious...; mientras que los vínculos amorosos expuestos en Celeste… ostentan una impresionante dosis de realismo. Y si bien pudiera sentirse que sus finales no sean felices, cada uno de ellos no se toman realmente como cierres, sino como nuevos comienzos.
¿Cómo seguir adelante después de una crisis personal? ¿Cómo aceptar la verdadera naturaleza de las relaciones que nos unen a las personas que queremos? ¿Cómo volver a querer?
Ambos guiones son muy audaces por la temática tocada -divorcio y aborto- y están muy bien hechos: la manera como están planteados los arcos narrativos -especialmente en la intrincada Celeste... - es sencillamente impecable.
Los dos films también nos regalan dos revelaciones. Por un lado, el impresionante talento histriónico de Slate, quien hace gala de una sólida actuación. (Su interpretación es tan cautivante que por momentos uno siente que en efecto estás muy cerca de ella.) Y por el otro, la cálida y candorosa voz de Jones como contadora de historias.
¿Cómo podemos volver a levantarnos cuando estamos deshechos? ¿Cómo volver a armarnos después de una fractura? ¿Cómo volver a querernos?
Obvious child y Celeste and Jesse forever son ese tipo de películas que se ven con los ojos aguados y una sonrisa en el corazón.
Comments