Alessandra a tu manera (o cómo las mujeres encontraron el programa de TV perfecto para vengarse de los hombres)
Ayer se me hizo difícil acostarme. No sé por qué. El hecho es que prendí la televisión para ver, si por la bondad del azar, encontraba algún programa o alguna película que me acelerara las ganas de dormir. Recorrí con el control remoto los 82 canales y nada…
Decidí hacer una segunda vuelta, y en lo que pasaba por el canal 62 (Fox Life), me encontré con la cara de Alessandra, una gordita que es sexóloga y que, con toda la dulzura del mundo y su acento puertorriqueño, habla sin tapujos de sexo. Resulta que yo ya la veía en otro canal, donde ella atendía llamadas telefónicas y correos electrónicos; y donde incluso entrevistaba a parejas que tenían problemas ejerciendo su sexualidad.
Ahora, su nuevo programa se graba en un estudio que recrea la sala de un apartamento con cuatro sofás, sobre los cuales –además de ella- se sientan y conversan otras tres mujeres. Una es rubia, tiene ojos verdes y es de Colombia; otra es flaca, tiene el pelo negro y es argentina; y la tercera es mejicana, y bastante simplona.
La dinámica del programa “Alessandra a tu manera” es sencilla y atractiva: ella introduce un tema sobre el cual las otras tres mujeres hablan desde su experiencia, para luego consultar a la experta que aporta sus opiniones para así “ayudar a la vida sexual de los televidentes”. Y lo pongo entre comillas porque, a fin de cuentas, el programa termina siendo la excusa perfecta para destruir y burlarse de la ineficiencia y “rapidez” de los hombres en la cama. El tema de la noche eran “las posiciones”.
Alessandra comienza y dice: “Las posiciones que usa una pareja en la cama son elocuentes de la creatividad y comunicación que tienen los amantes”. La colombiana dice: “A los hombres no les importa tanto las posiciones, total, ellos se contentan con cualquiera”. Alessandra acota: “Es verdad, el placer para la mujer depende del ángulo de la penetración…”, y por ahí se va. La argentina despliega toda su prepotencia comentando: “Lo que pasa es que a los hombres no les interesan las posiciones, porque no tienen mucho tiempo para la variedad, ¿viste? Con mi novio a lo máximo hago dos distintas y listo, ¿me entendés? No es que no les importe, es que sencillamente no pueden porque se les hace cortito el tiempo”. Todas ríen con malicia, como si de alguna venganza pública se tratase. Alessandra, obviamente y con la sensatez que la caracteriza, logra calmar las risas de la “venganza” y anuncia que vienen los cortes comerciales. En lo que salen las imágenes que le hacen publicidad a un champú “anti-quiebre”, no puedo pensar en otra cosa sino en lo que pasaría luego de cada programa en la vida de los novios de “las panelistas”. Hasta me reí pensando en el chalequeo que le montarían los compañeros de trabajo a estos panas, cuando se ven en la oficina el día siguiente de la transmisión. Le di rienda suelta a mi imaginación y este fue, más o menos, el diálogo que construí:
Los colegas del novio de la argentina: ¿Qué pasó rata? -a lo caraqueño pa’ que suene más chévere la cosa. Coño, tu jeva se pasó anoche diciendo esas cosas. ¿Cómo es esa vaina de que no te da chance de cambiarte de más de dos posiciones? ¡Qué bolas brother! ¿Es verdad esa vaina?
El novio de la argentina: Ustedes son unas ratas pelúas… ¡No estén regando esa vaina por ahí porque eso es puro cuento! Todas esas carajas siguen un guión, ¿me entienden? La vaina es un montaje para que la gorda esa se luzca con toda su sabiduría que tiene de penes y vaginas...
Y así seguiría la cosa.
Y así yo seguiré riéndome de todo esto que, sospecho, no será muy distinto a lo que verdaderamente pueda ocurrir.
Decidí hacer una segunda vuelta, y en lo que pasaba por el canal 62 (Fox Life), me encontré con la cara de Alessandra, una gordita que es sexóloga y que, con toda la dulzura del mundo y su acento puertorriqueño, habla sin tapujos de sexo. Resulta que yo ya la veía en otro canal, donde ella atendía llamadas telefónicas y correos electrónicos; y donde incluso entrevistaba a parejas que tenían problemas ejerciendo su sexualidad.
Ahora, su nuevo programa se graba en un estudio que recrea la sala de un apartamento con cuatro sofás, sobre los cuales –además de ella- se sientan y conversan otras tres mujeres. Una es rubia, tiene ojos verdes y es de Colombia; otra es flaca, tiene el pelo negro y es argentina; y la tercera es mejicana, y bastante simplona.
La dinámica del programa “Alessandra a tu manera” es sencilla y atractiva: ella introduce un tema sobre el cual las otras tres mujeres hablan desde su experiencia, para luego consultar a la experta que aporta sus opiniones para así “ayudar a la vida sexual de los televidentes”. Y lo pongo entre comillas porque, a fin de cuentas, el programa termina siendo la excusa perfecta para destruir y burlarse de la ineficiencia y “rapidez” de los hombres en la cama. El tema de la noche eran “las posiciones”.
Alessandra comienza y dice: “Las posiciones que usa una pareja en la cama son elocuentes de la creatividad y comunicación que tienen los amantes”. La colombiana dice: “A los hombres no les importa tanto las posiciones, total, ellos se contentan con cualquiera”. Alessandra acota: “Es verdad, el placer para la mujer depende del ángulo de la penetración…”, y por ahí se va. La argentina despliega toda su prepotencia comentando: “Lo que pasa es que a los hombres no les interesan las posiciones, porque no tienen mucho tiempo para la variedad, ¿viste? Con mi novio a lo máximo hago dos distintas y listo, ¿me entendés? No es que no les importe, es que sencillamente no pueden porque se les hace cortito el tiempo”. Todas ríen con malicia, como si de alguna venganza pública se tratase. Alessandra, obviamente y con la sensatez que la caracteriza, logra calmar las risas de la “venganza” y anuncia que vienen los cortes comerciales. En lo que salen las imágenes que le hacen publicidad a un champú “anti-quiebre”, no puedo pensar en otra cosa sino en lo que pasaría luego de cada programa en la vida de los novios de “las panelistas”. Hasta me reí pensando en el chalequeo que le montarían los compañeros de trabajo a estos panas, cuando se ven en la oficina el día siguiente de la transmisión. Le di rienda suelta a mi imaginación y este fue, más o menos, el diálogo que construí:
Los colegas del novio de la argentina: ¿Qué pasó rata? -a lo caraqueño pa’ que suene más chévere la cosa. Coño, tu jeva se pasó anoche diciendo esas cosas. ¿Cómo es esa vaina de que no te da chance de cambiarte de más de dos posiciones? ¡Qué bolas brother! ¿Es verdad esa vaina?
El novio de la argentina: Ustedes son unas ratas pelúas… ¡No estén regando esa vaina por ahí porque eso es puro cuento! Todas esas carajas siguen un guión, ¿me entienden? La vaina es un montaje para que la gorda esa se luzca con toda su sabiduría que tiene de penes y vaginas...
Y así seguiría la cosa.
Y así yo seguiré riéndome de todo esto que, sospecho, no será muy distinto a lo que verdaderamente pueda ocurrir.
Comments
Resulta que si revisas estadísticas (vamos a meternos con los chilenos para no tocar susceptibilidades venezolanas) mas del 50% dice estar insatisfecha. Es que hay tantas cosas, eyaculación precoz, vaginismo, disfunción eréctil, anorgasmia, pago del alquiler, niños con fiebre, jefes explotadores, guerra en medio oriente...
Y ni hablar de la falta de comunicación, que es, para mí, el orígen de todos los problemas de las relaciones humanas.
Yo he visto ese programa y me parece fascinante que se pueda hablar con soltura de esto, a cuantas chicas o chicos Alessandra le estará resolviendo angustias a distancia???
Eso si... El chaleco a los novios de las compañeras de la sexóloga va fijo...
the finest [url=http://de.casinoapart.com]casino[/url] against UK, german and all to the world. so in viewpoint of the top [url=http://es.casinoapart.com]casino en linea[/url] baulk us now.