Una llamada (pero no cualquier llamada)
- Aló… ¿Victor?
- Epale.
- ¿Qué más? ¿Todo bien?
- Ahí...
- ¡Uy, pero qué seriedad! ¿Qué pasó? ¿Todo fino?
- Dime.
- Bueno, nada, que te estuve llamando ayer, ¿sabes? Y varias veces…
- Sí, yo sé.
- Y, ¿qué pasó? ¿Por qué no me contestaste?
- Porque no quería.
- Jaja, ¿en serio?
- Sí.
- ¿Y eso? ¿Por qué?
- Porque sabía exactamente lo que me ibas a decir.
- ¿Y qué era lo que te iba a decir? Si se puede saber…
- Bueno, a ver… primero me ibas a decir que te disculpabas por lo que pasó en tu cumpleaños. Seguramente yo iba a aceptar tus disculpas luego de que insistieras un par de veces. Luego me ibas a decir que querías verme. Seguramente te iba a decir que yo también, que saldría para pasarte buscando por tu casa e iríamos a la tasca en Chacao adonde siempre vamos. Yo me tomaría cuatro Solera verde, tú dos copas de vino blanco. Seguramente me ibas a coquetear y yo te lanzaría una que otra indirecta. Seguramente me darían ganas de besarte, y lo más probable es que termináramos besándonos. Pero en el camino a tu casa seguramente me vendrías con tu discursito de que todavía sientes algo por él, de que estas salidas conmigo no están bien. Seguramente insinuarías que no deberíamos vernos más. Seguramente te daría la razón y trataría de tranquilizarte, te diría que te tomaras tu tiempo. Pero, en lo que regresara a mi casa, me prometería a mí mismo que más nunca te iba a llamar, que más nunca iba a seguir jugando ese papel de pendejo mientras le subía el volumen a la canción de Marilyn Manson que convenientemente estaría sonando en el reproductor de mi carro.
- …
- Entonces decidí ahorrarme todo ese tiempo y dejar de alimentar innecesariamente las ganas que todavía tengo de verte.
- Oye… jeje… bueno… nada… la verdad nunca esperé que me dijeras todas estas cosas.
- Tranquila, que yo tampoco pensé que sería capaz de decírtelas tampoco.
- Umm…
- Ok… ¿Querías decirme otra cosa?
- No sé, Victor… oye… me has dejado en blanco de pana con… con todo eso que me has dicho… no sé… yo no esperaba que tú… no sé… que tú… la verdad no sé qué decirte…
- Yo sí: Chao.
- Epale.
- ¿Qué más? ¿Todo bien?
- Ahí...
- ¡Uy, pero qué seriedad! ¿Qué pasó? ¿Todo fino?
- Dime.
- Bueno, nada, que te estuve llamando ayer, ¿sabes? Y varias veces…
- Sí, yo sé.
- Y, ¿qué pasó? ¿Por qué no me contestaste?
- Porque no quería.
- Jaja, ¿en serio?
- Sí.
- ¿Y eso? ¿Por qué?
- Porque sabía exactamente lo que me ibas a decir.
- ¿Y qué era lo que te iba a decir? Si se puede saber…
- Bueno, a ver… primero me ibas a decir que te disculpabas por lo que pasó en tu cumpleaños. Seguramente yo iba a aceptar tus disculpas luego de que insistieras un par de veces. Luego me ibas a decir que querías verme. Seguramente te iba a decir que yo también, que saldría para pasarte buscando por tu casa e iríamos a la tasca en Chacao adonde siempre vamos. Yo me tomaría cuatro Solera verde, tú dos copas de vino blanco. Seguramente me ibas a coquetear y yo te lanzaría una que otra indirecta. Seguramente me darían ganas de besarte, y lo más probable es que termináramos besándonos. Pero en el camino a tu casa seguramente me vendrías con tu discursito de que todavía sientes algo por él, de que estas salidas conmigo no están bien. Seguramente insinuarías que no deberíamos vernos más. Seguramente te daría la razón y trataría de tranquilizarte, te diría que te tomaras tu tiempo. Pero, en lo que regresara a mi casa, me prometería a mí mismo que más nunca te iba a llamar, que más nunca iba a seguir jugando ese papel de pendejo mientras le subía el volumen a la canción de Marilyn Manson que convenientemente estaría sonando en el reproductor de mi carro.
- …
- Entonces decidí ahorrarme todo ese tiempo y dejar de alimentar innecesariamente las ganas que todavía tengo de verte.
- Oye… jeje… bueno… nada… la verdad nunca esperé que me dijeras todas estas cosas.
- Tranquila, que yo tampoco pensé que sería capaz de decírtelas tampoco.
- Umm…
- Ok… ¿Querías decirme otra cosa?
- No sé, Victor… oye… me has dejado en blanco de pana con… con todo eso que me has dicho… no sé… yo no esperaba que tú… no sé… que tú… la verdad no sé qué decirte…
- Yo sí: Chao.
Comments
Chao!
De dónde estará saliendo esa valentía?
Beso magenta.
Anonadada