Plaza Altamira, un domingo a las tres de la tarde

claridad

azul

brillantez

esplendor

blanco

suspiro

cepillados

niña con crinejas que corre

señor que pasea su perro negro

banderas que se menean

fresco

sombra

viento

chicas que van a trotar

gordito con gorra de la vinotinto con manos metidas en los bolsillos

gente vestida de atuendo dominguero que sale de la estación de Metro

chama que dice por el celular estoy por la parte de la plaza que baja

hojas de árboles que vibran con el viento

Tío Rico

gente que suspende el tiempo sentados en bancos

Metrobus

chica en patineta

yo no quiero ir a McDonald’s

paloma negra y su cuello de vaivén

bolsos cruzados

bebé sudoroso que duerme en brazos

gente que se para de los bancos y reanuda sus vidas

chamos emo

chamos comiendo pizza

chica que se toma una foto con su celular

haitianos que venden helado y hablan en francés

chamos con ademanes femeninos

novios que se miran enamorados

solitarios que ven al suelo

solitario que mira alrededor y anota lo que ve en su libreta