Amy Winehouse: el soul es mi vicio
Amy Winehouse pareciera ser la representación femenina del vicio. Tatuada, fanática del alcohol y las drogas, en fin, toda una chica mala que llama la atención con toda su actitud irreverente y desenfadada. Pero todo esto queda como un mero aspecto estético al momento de escuchar su voz. Cuando Amy Winehouse canta, termina en convertirse en todo un vicio delicioso.
Con tan sólo 23 años y un par de discos en su haber, esta cantante nacida en Londres ha logrado desarrollar una exitosa y notoria trayectoria musical debido a la atrevida propuesta musical que sale de su boca. Si bien es cierto que mucha de su fama se debe a su polémica personalidad -le cayó a golpes a una fanática en un concierto, mandó a callar a Bono (U2) durante una rueda de prensa, se presentó visiblemente borracha en un importante programa de televisión en el Reino Unido-, también su notoriedad se debe a su peculiar voz que canta géneros típicos de los años 50 como soul y jazz arreglados de una manera tan acertada que prácticamente terminan siendo temas pop de altísima calidad.
Su primer disco, Frank (2004), le valió el éxito en su país natal y en otros países de Europa, pero su última placa, Back to black (2006), la ha hecho merecedora de una popularidad y un éxito inusitados en los Estados Unidos, tierra tan particularmente delicada hacia las propuestas británicas. Los medios impresos y televisivos han ayudado mucho a esa notoriedad, ya que se han dedicado a explotar su fama de alcohólica, chica rebelde y descarriada que tanto pareciera gustarle al público norteamericano.
Pero toda esta controversia se queda corta cuando escuchas su trabajo. Esta tipa hace muy buena música. Su último disco es una magnífica confirmación de ello, lleno de temas arreglados en un soul añejo pero exquisito.
El disco comienza con la divertida Rehab –cuya interpretación en vivo les posteo abajo-, que habla sobre los insistentes llamados que le hacían sus amigos para que ingresara a una clínica de rehabilitación debido a su problema con el alcohol: “They try to make me go to rehab, but I say no, no, no”. Le siguen la excelente You know i’m no good, donde le advierte a su pareja que no le conviene estar con ella; Mr. Jones y el sentido ska de Just friends.
El quinto tema es el oscuro y decadente Back to black, donde destacan unos maravillosos arreglos vocales y de cuerdas que le añaden esa tonalidad sórdida que requiere. Le siguen la triste balada Love is a losing game y la excepcional versión que hace del inolvidable Ain´t no mountain high enough, poularizada por el dúo entre Marvin Gaye y Diana Ross, utilizando su base melódica para confeccionar toda una nueva canción titulada Tears dry on their own, sin duda una de las mejores del disco.
Los últimos cuatro temas cierran de manera impecable el disco. Wake up alone es una de las mejores baladas y confirma el amplio registro de su voz. Winehouse puede sonar irreverente y oscura, pero también puede sonar romántica y sublime. En Some unholy war canta sobre la guerra en la que puede terminar convirtiéndose una relación, donde incluso ambos amándose pueden terminar haciéndose mucho daño. Le sigue He can only hold her, un tema que le devuelve la alegría al disco y que antecede con buena vibra al particular su cierre, Addicted, donde le advierte a su hombre que no se fume toda la marihuana que ella ha comprado porque, si quiere fumar, pues que la consiga, así de sencillo. Así, damas y caballeros, es Amy Winehouse.
Amy Winehouse se ha convertido en mi vicio en estos últimos días. Si bien les recomiendo con toda la buena voluntad del mundo que escuchen su último trabajo –aunque su primer disco sigue siendo recomendable-, debo advertirles que esta tipa es adictiva, pues se termina convirtiendo en ese vicio que tanto nos encanta, sólo que en vez de hacerle daño a nuestros oídos, éstos, por el contrario, bastante que nos lo sabrán agradecer.
Con tan sólo 23 años y un par de discos en su haber, esta cantante nacida en Londres ha logrado desarrollar una exitosa y notoria trayectoria musical debido a la atrevida propuesta musical que sale de su boca. Si bien es cierto que mucha de su fama se debe a su polémica personalidad -le cayó a golpes a una fanática en un concierto, mandó a callar a Bono (U2) durante una rueda de prensa, se presentó visiblemente borracha en un importante programa de televisión en el Reino Unido-, también su notoriedad se debe a su peculiar voz que canta géneros típicos de los años 50 como soul y jazz arreglados de una manera tan acertada que prácticamente terminan siendo temas pop de altísima calidad.
Su primer disco, Frank (2004), le valió el éxito en su país natal y en otros países de Europa, pero su última placa, Back to black (2006), la ha hecho merecedora de una popularidad y un éxito inusitados en los Estados Unidos, tierra tan particularmente delicada hacia las propuestas británicas. Los medios impresos y televisivos han ayudado mucho a esa notoriedad, ya que se han dedicado a explotar su fama de alcohólica, chica rebelde y descarriada que tanto pareciera gustarle al público norteamericano.
Pero toda esta controversia se queda corta cuando escuchas su trabajo. Esta tipa hace muy buena música. Su último disco es una magnífica confirmación de ello, lleno de temas arreglados en un soul añejo pero exquisito.
El disco comienza con la divertida Rehab –cuya interpretación en vivo les posteo abajo-, que habla sobre los insistentes llamados que le hacían sus amigos para que ingresara a una clínica de rehabilitación debido a su problema con el alcohol: “They try to make me go to rehab, but I say no, no, no”. Le siguen la excelente You know i’m no good, donde le advierte a su pareja que no le conviene estar con ella; Mr. Jones y el sentido ska de Just friends.
El quinto tema es el oscuro y decadente Back to black, donde destacan unos maravillosos arreglos vocales y de cuerdas que le añaden esa tonalidad sórdida que requiere. Le siguen la triste balada Love is a losing game y la excepcional versión que hace del inolvidable Ain´t no mountain high enough, poularizada por el dúo entre Marvin Gaye y Diana Ross, utilizando su base melódica para confeccionar toda una nueva canción titulada Tears dry on their own, sin duda una de las mejores del disco.
Los últimos cuatro temas cierran de manera impecable el disco. Wake up alone es una de las mejores baladas y confirma el amplio registro de su voz. Winehouse puede sonar irreverente y oscura, pero también puede sonar romántica y sublime. En Some unholy war canta sobre la guerra en la que puede terminar convirtiéndose una relación, donde incluso ambos amándose pueden terminar haciéndose mucho daño. Le sigue He can only hold her, un tema que le devuelve la alegría al disco y que antecede con buena vibra al particular su cierre, Addicted, donde le advierte a su hombre que no se fume toda la marihuana que ella ha comprado porque, si quiere fumar, pues que la consiga, así de sencillo. Así, damas y caballeros, es Amy Winehouse.
Amy Winehouse se ha convertido en mi vicio en estos últimos días. Si bien les recomiendo con toda la buena voluntad del mundo que escuchen su último trabajo –aunque su primer disco sigue siendo recomendable-, debo advertirles que esta tipa es adictiva, pues se termina convirtiendo en ese vicio que tanto nos encanta, sólo que en vez de hacerle daño a nuestros oídos, éstos, por el contrario, bastante que nos lo sabrán agradecer.
Comments
Gracias !!!!!
Otro super abrazo mamutico ...y si es cierto nene ...LA VIDA ES UNA NOTA!!!!
Por cierto, aunque Back to black está bastante bien, también me encanta su primer disco Frank. Les recomiendo que escuchen You sent me flying.