Los espíritus libres
Pero los pájaros no pueden ser enjaulados,
porque ellos son del cielo, ellos son del aire
porque ellos son del cielo, ellos son del aire
BEBE
Ella es uno de ellos. Uno de esos seres que tienen a la libertad como estilo de vida. Rebeldes por naturaleza, le llevan la contraria al mundo y a sus formas. No se dejan atar por nada, ni nadie. No tienen planes. Le hacen morisquetas a Dios, le pintan una paloma al destino. Desconciertan a todos, incluso a los que más los conocen.
Se dejan querer, pero hasta ahí. Se enamoran, pero sólo un ratico. Logran deshacerse del amor justo cuando comienza a convertirse en amenaza. Su domicilio es el mundo entero. No tienen nacionalidad. Suelen hablar hasta cuatro idiomas. Tienen amigos y parejas –ocasionales, claro está- por todo el planeta. Son sociables, mas no accesibles.
Aman el impresionismo, la world music y el cine de autor. Les encanta el desenfado de los españoles, la prepotencia de los franceses. Detestan el sentimentalismo de los latinos. Leen mucho y les gusta viajar en tren o en autobús. Se visten como les da la gana y odian vestirse de gala. Fuman marihuana en parques públicos. John Lennon es uno de sus pocos ídolos. Les interesa la política, pero no pertenecen a ningún bando. Son insoportablemente críticos y derrochan un excelente humor negro.
Escriben poesía, pintan. Son iconoclastas, no ven televisión. Aman a los animales, luchan por causas nobles. Están siempre en su mundo. Van a la peluquería cuando es estrictamente necesario. Usan sombreros y lentes extraños. Tienen cuentas en Messenger y en Facebook, pero nunca se conectan. Mandan emails desde los países donde viven sus aventuras. Nos informan lo que hacen por allá, pero sin lujo de detalles. Son misteriosos pero ciertamente encantadores.
A ella la quise mucho, tanto, que me temo que… no sé… Salimos sólo dos veces. Conversamos, nos reímos, nos besamos. Estoy seguro que ella también me quiso. Lo que pasa es que sólo puedes querer a personas como ella por muy poco tiempo. Su amor tiene fecha de expiración: ese corto plazo que te otorga la incorruptible aduana de sus corazones.
Se dejan querer, pero hasta ahí. Se enamoran, pero sólo un ratico. Logran deshacerse del amor justo cuando comienza a convertirse en amenaza. Su domicilio es el mundo entero. No tienen nacionalidad. Suelen hablar hasta cuatro idiomas. Tienen amigos y parejas –ocasionales, claro está- por todo el planeta. Son sociables, mas no accesibles.
Aman el impresionismo, la world music y el cine de autor. Les encanta el desenfado de los españoles, la prepotencia de los franceses. Detestan el sentimentalismo de los latinos. Leen mucho y les gusta viajar en tren o en autobús. Se visten como les da la gana y odian vestirse de gala. Fuman marihuana en parques públicos. John Lennon es uno de sus pocos ídolos. Les interesa la política, pero no pertenecen a ningún bando. Son insoportablemente críticos y derrochan un excelente humor negro.
Escriben poesía, pintan. Son iconoclastas, no ven televisión. Aman a los animales, luchan por causas nobles. Están siempre en su mundo. Van a la peluquería cuando es estrictamente necesario. Usan sombreros y lentes extraños. Tienen cuentas en Messenger y en Facebook, pero nunca se conectan. Mandan emails desde los países donde viven sus aventuras. Nos informan lo que hacen por allá, pero sin lujo de detalles. Son misteriosos pero ciertamente encantadores.
A ella la quise mucho, tanto, que me temo que… no sé… Salimos sólo dos veces. Conversamos, nos reímos, nos besamos. Estoy seguro que ella también me quiso. Lo que pasa es que sólo puedes querer a personas como ella por muy poco tiempo. Su amor tiene fecha de expiración: ese corto plazo que te otorga la incorruptible aduana de sus corazones.
Comments
A veces...
Puedo linkearte en mi blog ?
siento lo que paso con aquella mujer, pero mejores vendran!
fue un placer leerte! (: