Los mejores pepitos del mundo


A Barquisimeto y a su gente.
Y a su comida, por supuesto.

El pasado mes de abril tuve el delicioso placer de conocer Barquisimeto. Y digo delicioso, porque creo que una de las mejores maneras de conocer una ciudad es saboreándola, es decir, así como uno puede visitar sus principales monumentos, es imperativo también ejercer una especie de recorrido gastronómico para catarla, para degustar ese sabor que sólo ese destino nos puede brindar.

De Barquisimeto pude probar su celebérrimo chivo, su exquisito queso de cabra, su sabroso suero de leche y, por encima de todo, los mejores pepitos que me he comido en mi vida. No miento, ni exagero. Dentro del arraigado orgullo de los barquisimetanos -comparable con el de los maracuchos pero ciertamente más agradable-, existe un lugar especial para su calle El Hambre, un sector tan extenso físicamente como la diversa oferta gastronómica que dispone para sus comensales.

Siguiendo la recomendación de quien fuese mi compañero de viaje: mi estimado Fabián –todo un entusiasta guía de su querida ciudad-, nos fuimos al puesto “Los Caroreños” donde, aseguraba él, me iba a comer los mejores pepitos del mundo. Ante tal aseveración, un auténtico asombro que degeneró en una genuina intriga se apoderó del sentido de mi gusto para entregarme, como Dios manda, a los placeres de los sabores urbanos de la capital del Estado Lara.

Nos sentamos entonces en unas sillas Manaplas que rodeaban una mesa Manaplas repleta de envases de plástico, de todos colores, de ésos que almacenan las tradicionales salsas de un puesto de comida rápida. El colorido de la escena era ciertamente atractivo. Sin embargo, dentro de ese conjunto de salsas había una que destacaba por su peculiar contenido. Fabián me explicó que se trataba de una sustancia que, por estar rodeada de todo un aura de misterio, bien pudiera considerarse como un brebaje sencillamente porque nadie sabe qué carajos contiene.

El nombre: “chica sexy”. El contenido: el gran misterio. El sabor: tan bueno que se me hace imposible describírselos. Fabián también me comentó que hasta la famosa salsa en cuestión la vendían en ciertos lugares. En otras palabras, estamos hablando de una salsa con patente, ¡imagínense ustedes!

Los pepitos –que para la ocasión pedí mixtos- vinieron simplemente con salsa de tomate, mayonesa y abundante queso parmesano. Las salsas estaban allí para bañar al pepito de color y de sabor. Entonces fue cuando finalmente le metí el primer mordisco que me hizo llegar a la conclusión que ahora les transmito: era el mejor pepito que me había comido en mi vida entera.

Así que invito a mis queridos amigos lectores de La Vida es una Nota a que, si tienen chance de pasar por Barquisimeto, no dejen de ir a su calle El Hambre para comerse los mejores pepitos del mundo.

Comments

Estimado Victor, mejor descripción imposible... sencillamente ¡son los mejores pepitos del mundo!
Víctor, que chévere que hagas cronica gastronómica.

Sabes que el hijo de mi esposo (un muchachote de 18 años) más barquisimetano que el suero y el chivo, me invitó a comerme "Los mejores pepitos del mundo, te lo juro, Kary, no te vas a arrepentir". Yo desconfío a veces de su criterio porque el chamo tienen como sinónimos cantidad y calidad, pero como se ha ido educando (ya logra diferenciar una pizza mediocre de una suculenta)fuimos.

La verdad confieso que no soy amante de los pepitos ni de la comida callejera (salvo los perros calientes con salchichas alemanas que me encantan y que como una vez a la cuaresma) así que iba a probar algo de lo cual no conozco mucho.

Pan, carne, cebolla y queso pecorino (la combinación no era descabellada) una chinotto gigante y un surtido de salsas que me hicieron temblar del terror (no ví la chica sexy, pero vi la de maíz... Puedes creer?.

Engullí el sanduche con un dejo de culpa, lo admito; pero es verdad que son ricos; no mi comida favorita, pero digamos que lo encontré digno e ingenioso. Además, son una expresión de la creatividad popular y la necesidad de resolver el hambre rápida y astutamente.

La próxima vez que vayas a Barquisimeto, tienes que ir a "Los Caldos de la Abuela" a comer criadillas (testículos) y mondongo de chivo con arepas peladas. Ese es otro recorrido "Extreme" de la gastronomía larense.

Cariños
Minos said…
hahaha, mardito, te envidio!!!

yo añoro por comerme un buen pepito, y no se como seran los de barquisimeto (que según describes son la vaina mas vergataria), yo me conformo con el pepito que me comia casi religiosamente todos los viernes en papis burquer, en Valencia, Vzla.

Creeme, he intentado varias veces aqui hacerme un buen pepito, obteniendo resultados negativos. Es imposible imitar ese sabor tan..perfecto..creo que la sasón viene del sudor del perrero que lo prepara, su Ph debe ser ese toque secreto.


saludos, y gracias por hacer que mi paladar degustara imaginativamente el sabor del pepito venezolano...sucio!!! hehehehe
Naky Soto said…
¡Carrizo Víctor! ¡es que yo tampoco tuve el tino de leer esto sin hambre! ¡no te digo yo! Tengo hermosos y diversos motivos para volver a Barquisimeto entérminos básicos porque admiro mucha esa ciudad, su gente, su ritmo.

Y bueno, vienes tú, y echas este cuento, y el apetito que no ayuda y le sumas a la buchaca un motivo más para querer ir, pronto... ¡jajaja!

Un abrazo grandote,
Anonymous said…
Mi niño, es que los Lomitos (verdadero nombre) son Barquisimetanos!!! nacieron allí por los 90's por un loco llamado Toño... todo lo demás que comas que se parezca, es eso... imitación! y eso que fuiste solo a los caroreños.. si seguías probando no te ibas de Barquisimeto... y es cierto, si te gustan las sopas... Los Caldos de la abuela son parada obligatoria.
Saludos.
Anonymous said…
aqui en barquisimeto se encuentra la mejor comida rapida. La calle del hambre es llamado este paseo donde se encuentra cualquier tipo de hamburguesas, pepitos, perros y demas comidas demasiado buenas. espero que muchos tengan el placer de venir a comer como nosotros los barquisimetanos.
seguridad said…
los mejores pepitos del se encuentra en. TOMBOLA GOURMET.
Anonymous said…
Que vaina tan rica.... tengo ya mas de 4 años que no em como un pepitoooooo, aqui quiero probar en hacer sé que aunque no es tan dificil ese sabor caracteristico si seria casi imposible de copiar, ahora estoy tratando de recolectar las recetas de las salsas. Cuando iba a la calle del Hambre y pedia para llevar me iba con una bolsa casi llena de vasitos con distintas salsassss. Extraño el suerito con las repas, las empanadas y las empanadas operadas, un chivito... mmmmm. que cosa mas rica. Espero el año que viene darme ese gusto. saludos
Anonymous said…
Hola donde es Barquisimeto? Me gustaria que me enviaran algun correo o pagina para pedir informes del restaurant CAROREÑA.. Me gustaria aprender mas sobre como hacer un pepito delicioso.... Saludos Elisa
Unknown said…
Amigo le voy a recomendar dos sitios superiores a los Caroreños, LOS MARACUCHO (Quedaban justo al lado de los Caroreños) y Pelunch (Son gourmet y te recomiendo pidas el Lomito Matagente), soy de Barquisimeto pero vivo en Valencia y no he probado aca ninguno que siquiera se les acerque a los de mi querida Barquisimeto
Anonymous said…
Es increible el sabor de los pepitos de Barquisimeto parte de su sable ed Bueno saber que los primero pepitos los hicieron en 1978 en un bus antiguo El Matador que estaba a un lado del complejo ferial en el acceso al antiguo Club Hipico Las Trinitarias una gran tradicion sin duda.

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